Marcelino Iglesias: “Guaymallén tiene que dejar de jugar en Primera B”

Dice que terminó con la ‘cooperativa’ que gobernó el municipio y no se olvida de Lobos. Valora el liderazgo de Cornejo, aunque no apoyaría su reelección.

Marcelino Iglesias: “Guaymallén tiene que dejar de jugar en Primera B”

-¿Qué fue lo más grave que encontró al asumir?

-La degradación. Empleados peronistas, afines al ex intendente (Luis) Lobos, me dijeron, cuando llegué, que acá sólo recibían maltrato y gritos, sobre todo de parte de (Claudia) Sgro. Esto era una monarquía. Aparte está el desorden. Habría que crear una “dirección de arqueología administrativa” para encontrar los expedientes. Lo que no sé es si era propio de la inoperancia o capcioso para aplicar esto de que 'a río revuelto, ganancia de pescadores'. Todavía seguimos buscando cosas.

-¿Y el descontrol financiero?

-La discrecionalidad fue otra característica. Funcionarios que ingresaron siendo verdaderamente pobres hoy son inversores inmobiliarios. Esa discrecionalidad caracterizó la aprobación de la mayoría de los emprendimientos, sobre todo en zonas rurales. Por eso nosotros ahora hemos enviado un proyecto de zonificación que esperamos se trate muy pronto. Mientras tanto hemos congelado los nuevos emprendimientos inmobiliarios.

-¿Cuánto pudo revertir de eso?

-En enero nunca hubiera imaginado que, con baja real de recursos nacionales y provinciales, a esta altura habría podido pagar la mitad de la deuda de 220 millones que heredamos e iniciado un plan de obras modesto de 80 millones de pesos. Esto demuestra que acá había un descontrol absoluto.

-Eso incluía la cantidad de personal.

-Ahora hay 300 personas menos y aún sobra gente, sobre todo en cargos administrativos. Cuando llegamos había 1.350 empleados en áreas de servicios y 2.750 en otras tareas, la mayoría administrativas.

-Este descalabro que encontró ¿se pudo hacer sólo en dos años o viene de más tiempo, con Abraham?

-Hay algo que corté por lo sano y venía de muchísimos años, no sé cuántos, que era el toma y daca con el Concejo Deliberante. El “te saco tal ordenanza y dame tantos contratos”. Por eso creo que el área que más ha mejorado es el Concejo. Le saqué todos los adscriptos. Si queda alguno es porque son como las anguilas. Había 350 adscriptos a otras áreas. Había una familia que firmaba en una unión vecinal.

-Esto le generó conflicto con los propios radicales.

-Sí. Hoy, entre las que firmé, está la cesantía de un radical y he firmado un par más antes. Pero yo acepté este desafío con el objetivo de cambiar valores y priorizar la transparencia. Cuando me piden algún favor bajo cuerda, que ya ni se animan, les pregunto: '¿Soporta la exposición pública esto?' La política es hermosa en tanto y en cuanto puedas abrir la ventana y todos vean lo que ocurre. Esto no impide que uno tenga su estrategia de gobierno o legislativa.

-¿Cómo ha respondido la oposición, sobre todo al cambiar ese sistema en el que todo se arreglaba?

-Creo que incluso les ha venido bien porque las reglas de juego son otras y saben que no va a haber acuerdos que no puedan ser exhibidos ante la sociedad. El FIT es como una niña caprichosa. Sólo quieren generar conflicto. El PJ es minoría y lo tiene que aceptar. Ha perdido dos elecciones seguidas y esto es reflejo del hartazgo de la sociedad.

"Habría que crear una "dirección de arqueología administrativa" para encontrar los expedientes. Todavía seguimos buscando cosas".

-Ese peronismo ¿está identificado con Abraham?

-En general sí, porque los que entraron ahora son de Abraham y los dos que había de antes estaban identificados con Lobos pero se han ido distanciando. Hoy Lobos es un leproso en el PJ. Igual, creo que el peronismo no se va a recuperar nunca porque no he escuchado que hayan suspendido la afiliación a alguien que tiene poli imputaciones y que la sociedad ya juzgó.

-Y con la 'oposición' radical ¿cómo le ha ido?..

-No, el radicalismo está hoy totalmente alineado.

-¿Incluso los que lo enfrentaron en la interna y estaban muy cerca de las anteriores gestiones del PJ?

-Ellos comprendieron que había cambiado la situación.

-¿Su primer logro político sería entonces haber terminado con 'la cooperativa' (NdR: la sociedad entre el PJ, la UCR y el PD)?

-Sí, de hecho ellos sabían que había muerto. Cuando gané, la cooperativa se acabó.

-En general en los departamentos el problema es que las oposiciones son débiles, fácilmente cooptables.

-Sí, es así. Gustavo Gutiérrez decía que no hay nada más oficialista que un concejal opositor. Yo no tengo nada para darles porque no hay nombramientos, salvo para una cuadrilla de limpieza de cuneta que no había cuando asumí.

-¿En qué momento sintió que la gente dejaba de echarle la culpa a Lobos y empezaba a echársela a usted?

-En mayo. Llovió 23 de los 31 días y hubo muchos vecinos que, habiéndome votado, se acordaron de mi mamá, de mi abuelita, de mi abuelito...

-¿Qué pueden esperar los vecinos de Guaymallén en los próximos tres años y medio?

-Transparencia, trabajo, gestión, creatividad y honestidad. No vamos a hacer obras emblemáticas. Vamos a encarar obras perdurables. Guaymallén tiene que dejar de jugar en Primera B y empezar a imitar a los municipios que hicieron las cosas bien como Godoy Cruz y Capital. El cambio ya se está notando y se va a notar más. ¿Saben quién pagó la campaña a Lobos? Yo. Me dejó 18 millones de pesos de deuda con los medios. El otro día firmé unos cheques por esos carteles que decían 'Gestión Lobos'. ¡La bronca que me dio...!

Cornejo, el no a la reelección y el tarifazo

“A mí no me pone celoso, al contrario. Me pone muy contento que Alfredo tenga todo el protagonismo. Tengo una muy buena relación con él; nuestro diálogo es muy franco. A todos los intendentes nos sirve mucho un gobernador con fuerte liderazgo”, dice Marcelino Iglesias sobre el Gobernador, con quien suele encontrarse en la cancha cuando Godoy Cruz juega de local.

-Laura Montero está impulsando una reforma de la Constitución, ¿cree que debería incluir la reelección del gobernador?

-Claramente, no. Es mi postura histórica.

-Algunos dicen que cuando no se va por la reelección, se pierde el poder muy rápido.

-Es cierto, pero Cornejo no lo va a perder porque lo supo construir y porque estoy seguro de que va a haber armonía en el partido.

-¿Se debería limitar la reelección de los intendentes?

-Claramente, sí. Es más, hay un referéndum que hizo Cobos que nunca se reglamentó. A lo sumo dos mandatos. En 2019 espero poder sacar a pasear a mi nieta, que tiene cuatro meses.

-¿Sostiene que va a estar sólo cuatro años?

-Sí. No me planteo estar más porque las circunstancias hacen que uno lo decida posteriormente. Me dan por el centro del hígado aquellas personas que llegan a un lugar y ya están pensando qué van a ser después. Yo tenía una asignatura pendiente que era ser intendente, como fue mi padre en Chazón.

-Macri no logra hacer pie por algunas decisiones que generan resistencia y por errores propios.

-Creo que el Gobierno hizo dos cosas muy bien: eliminar el cepo y arreglar con los holdouts. Después venía el gran desafío que era sincerar la economía bajando la inflación y acomodar las tarifas, una bomba de tiempo activada que dejó Cristina. No hubo pericia en desactivar esto pero, pese a que no me conviene decirlo, creo que las tarifas tienen que ir acomodándose a valores reales. Eran ridículamente bajas y constituyen la base del déficit fiscal. La gente incluso lo entiende. Tal vez no haya que aumentarlas tan de golpe.

El chamán de Lobos

Cuando se le pregunta qué fue lo más extraño que descubrió tras asumir, Iglesias no duda: “Había un chamán de apellido Díaz, que vive en Rodeo de la Cruz, que estaba contratado como asesor de Lobos. El señor usaba el ascensor de funcionarios, que yo nunca he usado hasta ahora, y subía con un perro Gran Danés. Yo creía que era un mito urbano, pero no, era real. ¿Qué hacía el chamán? Les leía la suerte. Decía a Lobos y su esposa, Sgro, por cuánto iban a ganar”.

Vida y obra

Si uno lo escucha hablar cree que es un mendocino de pura cepa. Pero es cordobés. Nació hace 63 años en Chazón, un pueblo ubicado en el sudeste de Córdoba que tiene 1.200 habitantes y del que su padre fue intendente en los '70.

"Estuve en el Cordobazo como espectador", recuerda. En esa época cursaba el secundario en el colegio La Salle. Luego se fue a San Luis a estudiar Bioquímica. Allí fundó la Juventud Radical y la Franja Morada. Se puso de novio con una mendocina y fue detenido el 24 de marzo de 1976.

En diciembre de 1979 se instaló en Mendoza y a menos de una semana de llegar ya estaba en una reunión del radicalismo.

Fue subsecretario de Promoción Social y Vivienda de Llaver; en los '90 fue diputado provincial y su ley más recordada es la de Salud Reproductiva, de la que se cumplieron 20 años. Durante los gobiernos de Roberto Iglesias y Cobos condujo la OSEP.

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