En 2005, Gastón Gaudio vivió la peor derrota de su carrera como tenista, 6-0 6-0 contra Roger Federer en el Masters de Shangai. Él mismo recordó esa situación en 2015 y este fin de semana, Marcela Kloosterboer contó su lado del asunto porque él la responsabilizó de haber sido el principal motivo de su mala actuación.
"Estaba de novio con Marcela y estaba entre los mejores ocho del mundo, viviendo una historia de película", dijo el tenista antes de precisar una escena de celos que habría iniciado la actriz.
Y en el programa de Andy Kusnetzoff. "Podemos hablar", la joven contestó: "Yo tenía razón. Me faltó el respeto y yo dije 'me chu… un huevo con quien vas a jugar, con Federer o con quien sea' y le puse los puntos".
"A mí me gusta que la gente se haga cargo de lo que hace. En público era muy cancherito y después por teléfono ‘perdón’. No, flaco", aseguró Marcela.
"Yo estaba viendo con una amiga el partido, eran las seis de la mañana, con el colchón en el piso y decía 'no'. Antes de salir a la cancha, que lo enfocaba la cámara, estaba a las puteadas y cuando agarra el teléfono era que me estaba llamando. Pero lo mantuve", aseveró.
"Era el partido de su vida. ¿Había que ponerle los puntos ahí?", dijo el conductor y Kloosterboer lanzó: "No era el partido de su vida".
A la vez, reconoció: "Soy muy efusiva. Por ahí siendo más grande habría esperado. Pero en general no soy de esperar, soy de hablar las cosas en el momento".
Si bien la artista no quiso contar el motivo de su escena de celos, el tenista precisó: "Llego a la semifinal, la noche anterior me llaman de una radio, había mucho cambio de horario, y en el estudio estaba una mujer con la que yo había tenido una historia. Nada, empezamos a hablar y me preguntaban si había muchas geishas. ‘Sí, acá te atienden como reyes’, dije. Un comentario estúpido y nada más, todos nos reímos. Bueno, cuando hablé con Marcela después: escándalo, cosas de pareja, unos celos estúpidos. O sea, no pasó nada. Tenía que jugar a las 11 de la mañana y eran las 3 y yo seguía con el teléfono, ¡¿entendés?! Eran las cuatro de la mañana y me quedé mal, estaba angustiado. No lo entendía, no pasaba nada, era una estupidez".