Los pulmones de Pablo parecen arder más que nunca, y la respiración ya rítmica se descubre con el oficio de un entrenamiento marcado a fuego en la memoria del cuerpo, desde hace tiempo. Cuando la palabra "maratón" implicó para él "un antes" y un "después" de correr.
Sin embargo no sólo los deportistas en sentido estricto son quienes se han visto seducidos por esta actividad. También están aquellos que por medio de una app, o por el sólo hecho de ponerse las zapatillas, deciden adentrarse al trote, o a ser parte de una maratón aunque la terminen caminando.
- ¿Cómo se explica esta fascinación en auge (y desde hace un tiempo) de lanzarse sin más a una actividad como lo es correr?
Según explica Rodrigo Flores, profesor de Educación Física: “no creo que las razones que impulsan a correr a una persona, o a competir en esta área, se vinculen con algo meramente social, ésta es sólo un condimento extra, como en el caso de los grupos. Sin embargo, hay una gran cantidad de gente que lo realiza de manera individual. Lo que sucede es que han coincidido en este deporte varios aspectos”.
- ¿Cómo cuáles?
- Por un lado el hecho de que es muy fácil comenzar a practicar el running (ya sea para gente con cierto estado físico, o quienes desean mejorarlo) por medio de una app, o simplemente poniéndose las zapatillas y salir sin más.
Por otro lado existe un fenómeno social no en cuanto a adherencia, sino a fusión de la actividad muy importante. Por razones comerciales las marcas se han dado cuenta de que las personas que realizan este tipo de actividad (y sobre todo las de alto rendimiento) consumen productos que definen esta actividad y tratan de potenciar el mejor uso (prendas, zapatillas, accesorios, etc). Algo que hace que se apoye a niveles más grandes la actividad, dando lugar a la difusión y mayor visibilidad de todo el universo running.
- ¿Con qué se relaciona esta actividad?
“Con personas que tienen el tiempo para hacerla, que pueden entrenar, y en el caso de los que compiten, que tienen la posibilidad económica de poder pagarse una carrera (hablamos sobre determinado tipo de competiciones que son onerosas)”.
La edad tanto en hombres como en mujeres, a partir de los 30 años, sería uno de los motivos que también impulsaría a muchos a la necesidad de seguir sintiéndose activos. De esta manera, el trotar o convertirse en runners se sumaría como otra de las causas que indicaría el profesional, como un desafío personal.
Algo que reafirma Gonzalo, un contador citadino de 37 años, que según sus propias palabras necesitó “no sólo bajar de peso, sino no perder el estado que alguna vez tuve y que desapareció por problemas personales. El ser parte de una carrera y convertirme en maratonista fue un desafío que comencé hace 5 años, y que me dio satisfacciones físicas, pero también salud mental. Me sacó de grandes bajones anímicos”.
La maratón al alcance de todos
“Con el tiempo, la popularidad que adquirió el hecho de correr y formar parte de una carrera o maratón, generó como si se le perdiera el miedo o ‘respeto’ a correr una maratón, un fenómeno social visto antes como algo que sólo una determinada elite deportiva podía lograr. Ni hablar de una ultra maratón. Sin embargo a través de la socialización, de muchos entrenamientos y la visibilidad que generan las redes sociales a la hora de mostrar que tal o cual persona, logró una carrera, les hizo pensar a muchos principiantes en el rubro ‘¿por qué yo no?’”, argumenta Flores.
- Es decir que hay una multiplicidad de razones...
- Tal cual. Si bien inicialmente muchos buscan calidad de vida, los maratonistas terminan a veces por tener problemas de salud relacionados con la práctica, como por ejemplo problemas de rodillas, nutrición, etc. En síntesis el estrés que implica ser una maratonista de elite, que tiene grandes exigencias físicas.
Pero muchos lo hacen incluso para buscar una nueva experiencia. “Me hice maratonista sin querer”, apunta la reconocida diseñadora de alta costura Dalila Tahan. “Lo hago porque siento que me conecto con la naturaleza y que cada vez que salgo crece en mí la maravillosa adicción de sentirme conectada con todo, de saber que puedo disfrutar con todos mis sentidos lo que la naturaleza nos da.Además sumo el hecho de saber que mi cuerpo me responde, dando lo que pueda dar. Ponerse uno mismo las propias metas aunque no sea para competir, es simplemente fabuloso”.