Los dos mejores jugadores del mundo juegan desde anoche en el mismo equipo: el de los casados (aunque Diego Armando Maradona pasó hace tiempo a las filas de los divorciados, vale aclarar). Por más odiosas que puedan ser las comparaciones para los amantes del fútbol, resulta inevitable comparar el despliegue en la cancha de Lionel Messi y del mencionado Maradona, los títulos ganados con la Selección Argentina, el perfil y la humildad de uno y otro, así como también los escándalos que los han tenido como protagonistas. Desde anoche se sumó un nuevo ítem a la tabla comparativa: los casamientos de los dos 10.
Este año se cumplirán 28 años de aquella noche del 11 de noviembre de 1989 en que Diego Armando Maradona y Claudia Villafañe celebraron su boda en una suntuosa y prácticamente escandalosa fiesta celebrada en el porteño Luna Park, de la que participaron casi 1.300 invitados -muchos de ellos llegados de Europa en un avión alquilado por Maradona-, entre quienes se encontraban compañeros de equipo de Diego y hasta 2 barras del Napoli.
Si hasta el entonces presidente de Cuba, Fidel Castro y el dueño del Milan -y futuro primer ministro italiano-, Silvio Berlusconi estaban en la lista, aunque no asistieron. Quienes participaron de aquella fiesta que se extendió durante toda la madrugada recuerdan que el mítico Luna Park parecía uno de los mejores hoteles de Las Vegas, muy alejado del mote de Palacio de los Deportes. Y coinciden en que claramente se trató de una “Fiesta inolvidable”. Los detalles están descriptos a la perfección en uno de los capítulos del libro “Luna Park”, escrito por Guido Carelli Lynch y Juan Manuel Bordón.
Messi, quien apenas tenía 2 años cuando Maradona se casó, vive sus primeras horas como marido legal de Antonella Roccuzzo. Y la fiesta de anoche lejos estuvo de las extravagancias de aquella celebración de hace casi 3 décadas. Apenas con 260 invitados y sin tanta ostentación ni figuras de la farándula, el salón principal del Hotel Pullman fue el escenario del festejo, que intentó ser lo más hermético posible (algo difícil en la era de las redes sociales) y que también captó la atención de todo el globo terráqueo.
Similitudes
Separados desde 2003 -con hijos extramatrimoniales en el medio e incontables escándalos que todavía están vigentes-; Villafañe y Maradona cruzaron sus vidas en la adolescencia. Se habían conocido en 1977 -ella tenía 16 años y él, 17-, y -al igual que el flamante matrimonio entre los dos rosarinos-, Villafañe fue la novia de Diego de toda la vida hasta que se casaron.
En el caso de Messi y Roccuzzo, se conocieron en 1996 cuando Lío tenía 9 años y ella 8. Y si bien el flechazo fue inmediato, recién formalizaron por vez primera en el 2000. El hecho de que Messi viviera en Barcelona (España) y Antonella en Rosario desencadenó en un distanciamiento. Sin embargo, una tragedia que tocó de cerca a Roccuzzo -una amiga de ella murió atropellada- los volvió a unir, y el 20 de julio de 2007 ella oficializó a sus amigas el noviazgo.
Otro detalle llamativo en este inevitable juego de similitudes y diferencias radica en que las dos parejas se casaron ya teniendo 2 hijos. En el caso de Maradona y Villafañe, aquella noche de noviembre de 1989 Dalma ya tenía 2 años y Giannina 6 meses. Al momento en que Lío y Antonella dieron el sí anoche, los acompañaban Thiago (4 años) y Mateo (1 año).
El hermetismo para con los medios de comunicación durante la ceremonia también puede ubicarse entre las similitudes de ambas bodas. Maradona no invitó a ningún periodista ni dejó entrar cámaras en el Luna Park. De hecho, una de las tantas anécdotas cuenta que al finalizar la noche el matrimonio escapó del Luna Park en un auto ubicado en una de las salidas del estadio, mientras todos los fotógrafos los esperaban al lado de otro vehículo que habían colocado a modo de distracción en otra de las salidas. “Vos no me invitaste a tu casamiento, ¿por qué habría yo de invitarte al mío?”, le respondió con su modo característico a un periodista que le preguntó días después por qué no había invitado a la prensa.
Incluso, Maradona quería que todos los detalles fuesen sorpresa para los invitados, para Claudia y hasta para él. Por eso cuando días antes salió una nota en la revista Gente donde el escenógrafo Miguel Caldentey -uno de los mejores del país y a quien Maradona había contratado- adelantaba algunos detalles, Maradona montó en cólera y pidió que no lo dejen entrar al casamiento. Según el mencionado capítulo del libro “Luna Park”, el escenógrafo se encontraba aquel 11 de noviembre con toda su familia en la puerta del Luna Park cuando un guardia de seguridad le comunicó que no estaban en la lista de invitados y que el propio Maradona había prohibido su ingreso. Días después, Diego reconocería que fue a modo de “castigo”.
En lo que al casamiento de Messi se refiere, anoche permitió la cobertura periodística -hubo 157 periodistas de todo el mundo-, aunque permanecieron en un recinto especial ubicado afuera del salón principal del Hotel Pullman. Los acreditados pudieron entrevistar a los invitados que llegaron al evento, pero antes de ingresar. Incluso estaba consensuado de antemano que sería el fotógrafo oficial el encargado de captar los momentos de la fiesta para luego compartir algunas de estas imágenes a los medios.
Diferencias
Apenas 260 invitados tuvo el casamiento del rosarino anoche, entre ellos los 22 jugadores del plantel profesional del Barcelona, ex compañeros de equipo, algunos de la selección, el actor Nicolás Vázquez, Marcelo Tinelli y el ex tenista Guillermo Coria, entre otros. Entre esos nombres no estuvieron ni el del presidente de la Nación, Mauricio Macri ni el de la AFA -Claudio “Chiqui” Tapia-, ni tampoco el técnico de la selección, Jorge Sampaoli.
Muy lejos se ubica esta cifra de los casi 1.300 invitados que tuvieron Maradona y Villafañe. Entre ellos estuvieron los jefes de la barrabrava del Napoli, el ex futbolista Alfredo Distéfano (quien abordó en Madrid el avión alquilado por Diego -le costó casi 500.000 dólares- y que había salido desde Italia), el técnico de la selección Carlos Bilardo, el entonces presidente de la AFA, Julio Grondona y un Mauricio Macri que por aquel entonces era directivo de Sevel. Diego había invitado además al presidente Carlos Menem, a Fidel Castro y a Silvio Berlusconi, aunque ninguno de los 3 asistió.
Entre los extravagantes detalles y preparativos de aquella noche -detallados en el libro- se destaca que 29 camiones transportaron 4.200 plantas que se colocaron en las tribunas del estadio, la participación de 120 operarios que colocaron los cortinados acrílicos para tapar las gradas y recrear la caída de una cascada, y también una alfombra roja que cubrió los 14 mil metros cuadrados. Susana Giménez, Fito Páez, Sergio Denis, Hugo Sofovich fueron otros de los famosos en la noche de Diego, que tuvo una torta de boda de 1,77 metros (más alta que el 10) y que escondía 100 anillos de oro y uno especial coronado con brillantes.
En la boda de Messi actuaron y cantaron 2 bandas -Marama y Karina “La Princesita” (pareja del Kun Agüero, amigo y también invitado a la fiesta)-. Y hasta último momento se especuló con una posible sorpresa de la colombiana Shakira, invitada como esposa del compañero de Messi en el Barcelona, Gerard Piqué. En tanto, en el casamiento Maradona - Villafañe no hubo show artístico, pese a que se especulaba con una posible participación de los Pimpinela y Valeria Lynch. “Queremos una fiesta común de casamiento como cualquier pareja”, aclararon los esposos.
En lo que se refiere a la previa de ambas ceremonias, también hay algunas diferencias notorias. En el caso de la fiesta de Maradona se habló mucho antes del casamiento, aunque se trataba de elucubraciones. Incluso en Italia llegaron a burlarse porque el ídolo del Napoli había decidido casarse “en un estadio de boxeo”. Claro que pasada la fiesta, todos quedaron sorprendidos de los detalles. Pero fue muy poco lo que se filtró en la previa.
En el casamiento de anoche, en tanto, muchos detalles ya se conocían desde horas, días y hasta meses antes. Con las redes sociales, en la previa se filtró hasta el souvenir detallado que iban a entregar a los invitados, el acta del Registro Civil y el menú, sólo por mencionar algunas cosas.