Entre fines de 1976 y durante 1977, la aparición más brillante que había tenido el fútbol argentino - lo sigue siendo hoy día - estuvo a un paso de continuar su carrera en Inglaterra.
El por entonces adolescente Diego Maradona, quien había debutado en Primera a los 15 años (20/10/76, en Argentinos Juniors 0 Talleres de Córdoba 1), fue observado por un captador de talentos británicos, el entrenador Harry Haslam, quien descubrió el brillante en bruto y lo recomendó calurosamente a la dirigencia del club que dirigía, Sheffield United.
El Diez, a los 16 años, asombraba por su crecimiento asombroso dentro de las canchas de todo el país. Y la entidad de La Paternal, no solo consideró el interés de su par inglés, sino que además formalizó su pedido - dinero más la venta de otro jugador de su plantel - lo cual terminó siendo rechazado por los dirigentes de "Las Cuchillas", tal como se apoda a ese equipo por ser originario de la ciudad de Sheffield, donde se produce acero a escala mundial.
La dirigencia de Sheffield se perdió la mejor posibilidad de toda su existencia porque sólo faltó que una firma autorizara un monto mayor. La oferta fue insuficiente - alrededor de 200.000 libras esterlinas - y tampoco quiso recibir al otro futbolista que vendría en el combo, quien era el mediocampista Carlos Fren.
Los ojos se pusieron en otro lado y el resultado fue satisfactorio, aunque nunca tan rutilante como el de haber contado con el astro surgente en sus filas. El futbolista que quedó incorporado fue Alejandro Sabella, el hoy entrenador del seleccionado argentino. "Pachorra o "El Mago", como lo llamaban, era un volante de creación que destellaba con intermitencias en River, sin hacerle sombra al dueño de la "10" millonaria, ni más ni menos que Norberto Alonso, una de las grandes figuras de todos los tiempos en la institución de Núñez.
Ya entre 1981 y principios del año siguiente, cuando Maradona se había consolidado como estrella consagrada en Boca, el Arsenal inglés también estuvo tras el pase de Diego y hasta algunos diarios británicos citaron declaraciones del Diez interesándose por la chance de vestir la camiseta de los "Gunners".
Sin embargo, ya desde 1978 se iba realizando un seguimiento secreto por parte de Cesar Rodríguez (máximo goleador "culé" de la historia y con pasado como entrenador blaugrana", quien se había asombrado por las condiciones del futbolista y le había dado la máxima calificación en el informe entregado a la junta directiva. Las observaciones continuaron con el paso de los años y finalmente se concretó el traspaso al Barcelona en 1982.
En Inglaterra, entre fines de los '70 y principios de los '80, se había desatado un furor por la contratación de futbolistas argentino. El alto nivel de rendimiento en el Tottenham Hotspurs de Osvaldo Ardiles y Julio Ricardo Villa, ambos campeones mundiales en 1978, hacía tentar al resto de los clubes británicos con la llegada de jugadores provenientes de nuestro país.
Esa tendencia se mantiene hasta hoy, con los casos más notorios de Carlos Tevez, Javier Mascherano, Hernán Crespo, Pablo Zabaleta, Fabricio Coloccini y Sergio Agüero, entre otros. Hasta el mendocino Franco Di Santo también compite en la Premier League.
Los casos de Ardiles y de Villa fueron los más emblemáticos, ya que los dos estuvieron jugando en el fútbol inglés cuando se desató el conflicto bélico en Malvinas. Es más, Tottenham Hotspurs es un club de un fuerte vínculo con los sectores conservadores de la comunidad británica, claramente cercanos a la primer ministro Margaret Thatcher en ese momento.
Sin embargo, los aficionados a la entidad del norte londinense - habitualmente habitan allí las clases altas - supieron separar las cuestiones y vivaron a sus jugadores apenas un día después del estallido. Esto ocurrió el 3 de abril de 1982, cuando se estaba disputando una de las semifinales de la tradicional FA Cup.
Los simpatizantes del Leicester gritaban "¡England, England!" cada vez que la pelota pasaba por los pies de los mediocampistas de cuna albiceleste, a lo que los hinchas de los "Spurs" respondían con un estruendoso "¡Argentine, Argentine!" como muestra de apoyo a sus dos ídolos.
La agudización de la contienda agravó la permanencia de Ardiles y de Villa en su club. "Ossie" se llevó la peor parte, dado que un primo suyo, el teniente primero José Leónidas Ardiles, murió en combate tras una misión con la fuerza área. El "Pitón" se fue a jugar una temporada al Paris Saint Germain - salió campeón en la liga francesa - y luego retornó al Tottenham al año siguiente de su excursión por la capital gala. En tanto, el barbado armador corrió una suerte diferente, puesto que ya con 31 años perdió peso en la consideración del cuerpo técnico y emigró hacia Estados Unidos, donde siguió su carrera en el Fort Lauderdale.
Actualmente, dos de los máximos referentes de los Spurs de todos los tiempos, integran el Salón de la Fama de la institución, desde 2008.
Los vínculos entre británicos y argentinos a partir del fútbol comenzaron en las últimas décadas del siglo XIX y han sido preservados más allá de la larga serie de conflictos que se produjeron desde las invasiones inglesas a Buenos Aires, en 1806 y 1807, el desembarco colonialista en Malvinas (1833), el bloqueo anglo francés repelido por Rosas en la Vuelta de Obligado (1845) y más cerca en el tiempo, la guerra del Atlántico Sur en 1982.
El propio introductor de este deporte en la Argentina (1891) fue el escocés Alexander Watson Hutton, rector del colegio English High School, sito en Belgrano R, Ciudad de Buenos Aires, quien, además, fundó la primera liga argentina (todos los jugadores tenían origen británico).
La influencia inglesa en nuestro país fue notable, al punto de que el Día del Futbolista se celebra el 14 de mayo, en conmemoración del primer triunfo del seleccionado argentino sobre el inglés (3-1, en 1954, en la cancha de River).
¿Qué hubiera pasado si Maradona llegaba a la liga inglesa a los 16 años? Esta pregunta entra en el terreno de la especulación y por lo tanto encuentra su cierre allí mismo.
Lo cierto es que Diego marcó un antes y un después en su relación con Inglaterra luego de Malvinas y ya sabemos qué pasó durante el Mundial de México. Esa performance en el Estadio Azteca transformó definitivamente al Diez en un ícono del fútbol mundial, no sólo argentino. Hasta la camiseta que usó en ese 22 de junio de 1986 se halla en un museo inglés, tras el intercambio de casacas luego del partido.
Y está ahí, a la vista de todos, cual si fuera una típica respuesta alimentada por un exabrupto de sello maradoneano.
Maradona, casi ídolo inglés: sólo faltó una firma
Diego estuvo a un paso de ser jugador del Sheffield United, por entonces un club tradicional de la liga inglesa. La oferta fue insuficiente y el pase se frustró. Años después llegaría el Mundial de México y ya sabemos qué pasó.
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