Este verano ganó la inclusión. El tradicional concurso de belleza La Chica del Verano, celebrado en Carlos Paz, derribó los prejuicios y estereotipos impuestos. Una mujer XL valió más, que una modelo, delgada, alta y sin celulitis.
Hoy, Mariana Tarrés es el símbolo de esa lucha. De aceptar un cuerpo real, lejos de las mujeres con prótesis, curvas perfectas y figuras 90-60-90. El 1 de febrero, la comediante salteña ganó el certamen, donde compitió con Belén Etchart, Marian Farjat (Ex Gran Hermano), Magui Bravi y Agustina Suásquita.
La noticia recorrió el mundo y la revista People de Estados Unidos rescató la historia de Mariana, una actriz XL que tiró por tierra las normas sobre el cuerpo perfecto. Además, sumó un punto importante de popularidad a su campaña, por la aceptación del cuerpo real y ayudar a mujeres, que como ella, sufren o sufrieron, por no alcanzar los cánones de belleza, impuestos socialmente.
Con una sonrisa fresca y un discurso sin tapujos, la joven de 28 años saltó al mundo mediático gracias al concurso del verano. Pero desde hace tres años, se sube a los escenarios de Córdoba con “Mina Jodida Stand Up”; el unipersonal, con el que se ganó el reconocimiento del público y continúa su prometedora carrera como humorista.
La imagen no es todo
La historia de Mariana Tarrés nace algunos años atrás, cuando la joven a sus 17 años se mudó a Córdoba. Nacida en Tartagal, llegó a la ciudad del cuarteto para estudiar Ciencias Ecónomicas. Aunque su camino por los números duró poco y comenzó a estudiar teatro, su gran pasión.
En la actualidad protagoniza “Mina Jodida Stand Up”, un unipersonal, donde con humor habla sobre los prejuicios y los problemas que tienen las mujeres extra large.
“Vengo laburando desde hace tiempo. Lo que ahora sucede es que hay una cuestión mediática, pero no creas que por eso, vendés más entradas. Hace tres años que estoy a la corridas por todo el país, con un espectáculo que se hizo conocido por el boca en boca. Sinceramente siempre tuve mucho trabajo”, sentencia picante Mariana.
-Luego de este reconocimiento, ¿se te abrieron otras puertas?
-Se me abrieron las puertas de los medios. Quizá eso ayuda para mi trabajo, como para mis campañas. Pero sinceramente no lo veo como un parámetro, porque siempre anduve a las corridas, con dos funciones en una misma noche. A la gente le gusta mucho el espectáculo, lo recomienda, lo vuelve a ver. Como digo: No me dejó a pata nunca. Siempre superó las expectativas.
Ocurrente y filosa, la joven salteña a través de las redes sociales, lleva adelante diferentes campañas, que ayuden a fortalecer el autoestima de las mujeres XL. Mi foto en traje de baño, fue una de las consignas, a la que sus miles de seguidoras, se sumaron y compartieron sin prejuicios, una foto en la playa o pileta.
Ahora está en plena promoción, para sumarse al certamen “Bailando por un Sueño 2016”. Con el hashtag #MarAlBailando, arenga a sus seguidores, para que la sigan y pueda ser parte del programa. Mientras tanto, continúa con las funciones de su stand up, que goza de gran convocatoria y propuestas, para presentarse en distintos escenarios del país.
-En tus monólogos sos bastante picante ¿cómo es el proceso para escribir un monólogo?
-Primero me fijo siempre en las cosas que le pasan al común de las mujeres. Y segundo, digo lo que nadie se anima a decir. Sabemos que pasan, pero nadie las habla, o las hablaría en un contexto con amigas. La idea de “Mina Jodida” es generar eso, que la gente escuche eso. Son cosas que a todos le pasan, pero que no se animan a decir.
Luego de coronarse La Chica del Verano, Mariana dio a conocer su lucha. La muerte de su padre, quien padecía obesidad mórbida y una crisis personal, la impulsaron a realizar una fuerte campaña de concientización y respeto por la diversidad.
-Las campañas que lanzas por las redes sociales, ¿cómo surgen?
-En general, es una campaña que se creó para ayudar a subirle el autoestima a mujeres, que están acomplejadas. Mujeres que se encierran, se deprimen, porque no son socialmente aceptadas. El tema de la gorda, es cuando no la acepta el afuera, se encierra a comer y la pasa peor. Nosotros pensamos esta campaña, en una mujer gorda con baja autoestima, para que puede sentirse mejor; que se quiera más, que cuide más su cuerpo.
Hay cosas que la mayoría de las personas no saben. Hay un alto índice de personas gordas, que están desempleadas. La persona gorda no da una buena imagen para la sociedad. Entonces lógicamente no consigue trabajo. Siempre se va a priorizar a una persona saludable. Encima de que se encierra, se deprime, no tiene trabajo, no tiene plata. Imaginate la situación de una persona así. ¡La pobre gorda se tiene que bancar todo el asco social que es la gordo fobia social que hay en este país!
-¿Te molestan las críticas de la gente?
-Las críticas siempre duelen. Estar tan expuesto en una campaña, donde le puse el alma, el cuerpo. Que es para miles de mujeres, no solamente para mí. Pude hacerlo porque yo pude. Fui la típica gorda escondida detrás de la ropa negra, que no salía, se deprimía. Entonces como estuve en ese lugar y pude salir, pude superar el como me ve la gente, el bajar de peso. Y que la obesidad es una enfermedad que no tiene cura. Solo el 3% de la población logra curarse.
Entonces dije: “Tengo el 3% de posibilidades de curarme y el 97% de no curarme. Voy a vivir toda mi vida escondida. ¡No! Voy a ser feliz con lo que tengo hoy, con lo que soy”.
Es una enfermedad muy compleja más allá de la comida. Por eso elegí ser feliz y ayudar a los que están en la misma. Las críticas te duelen, pero desde un principio cuando empecé esta campaña, nunca pensé que iba a tener tantas críticas. Pero lo tomo como de quien viene. De una sociedad enferma, que opina y comenta sin ponerse en el lugar del otro. Aparte ¡lo critican a Messi, lo critican a Ricky Martin. Cómo no me van a criticar a mí que soy una pichi! Trato de no bajar los brazos y seguir con mi campaña.
