Integrantes de la comunidad mapuche Paicil Atriao de Villa La Angostura tomaron este fin de semana tierras privadas -de las que el basquetbolista Emanuel Ginóbili es uno de sus propietarios- para denunciar tareas de desmonte iniciadas en el emplazamiento de un loteo, en un sector considerado como "bosque intangible" por la legislación nacional.
A raíz de esto, la Policía de Neuquén desplegó un operativo de custodia para evitar que se consolide la "usurpación". Se trata de un loteo de 22 parcelas en 87 hectáreas en la costa del lago Correntoso, en el noroeste de Villa La Angostura, en donde sus propietarios comenzaron a trazar una calle de acceso volteando "gran cantidad de árboles y arrasando con toda una biodiversidad de alto valor de conservación", como denunció la comunidad en un comunicado.
La Policía neuquina informó que desplegó un operativo ordenado por la Justicia provincial en base al protocolo establecido por “turbación” o “usurpación”, por el que los uniformados deben identificar a los ocupantes y evitar que se consolide la ocupación, y destacó que no hubo detenidos ni episodios de violencia.
La denuncia precisó que el camino previsto atraviesa el bosque intangible a lo largo de 2.700 metros y ya avanzó 900 metros, hasta que los mapuches decidieron “poner en resguardo” el sector afectado de Ladera del Correntoso, o “Pichunko”como lo denominan, y ejecutar la toma con numerosos hombres, mujeres e incluso niños.
“Este territorio ancestral está siendo fuertemente castigado de forma incriminada por las ambiciones de empresarios mercenarios y especuladores”, señaló la comunidad, agregando que además de la tala para ese acceso el loteo prevé “un sinnúmero de calles”, en un sector categorizado como “Área Roja” por la Ley Nacional de Bosques, lo que le da un máximo nivel de conservación por la presencia de especies nativas y para evitar degradar las pendientes.
También se quejaron de la instalación de “amarras para embarcaciones” en el lago Correntoso, “violando de esta manera todo tipo de normativas vigentes como leyes, resoluciones, decretos y otras”.
Recordaron que la Ley de Bosques obliga a participar de las decisiones en bosques nativos a “las comunidades indígenas originarias que las habitan o dependan de ellos, procurando la minimización de los efectos ambientales negativos” y que “todo proyecto de desmonte o manejo sostenible deberá reconocer y respetar” sus derechos.
“Este proyecto de urbanización fue planificado en 2011 sin que nosotros supiéramos absolutamente nada”, afirmaron, y señalaron que el sector en conflicto es "ancestralmente un lugar importante para la actividad ganadera” a través de varias generaciones, “así como de prácticas medicinales y culturales, contando con especies de hierbas únicas no encontradas en otros lados, utilizados por nuestros machis (guías médicos y espirituales)”.
La Policía neuquina informó que desplegó un operativo ordenado por la justicia provincial en base al protocolo establecido por “turbación” o “usurpación”, por el que los uniformados deben identificar a los ocupantes y evitar que se consolide la ocupación, y destacó que no hubo detenidos ni episodios de violencia.