La revolución está aquí, a la vuelta de la esquina
En épocas angustiantes la risa, salva. Pero no una que es apenas el gesto, sino la que proviene de la ironía inteligente. Es por eso que la murga, como expresión artística, tiene tanto potencial: es popular; se nutre de aquello que los pueblos aman, la música; y moviliza a los que la escuchan en ese acto ritual que siempre late entre platea y escenario.
Hoy, la invitación es a solazarnos un rato con “Revoluclón, volver al futuro”, la última creación de la solvente murga mendocina Pan Casero que se afianza cada vez más en los escenarios. Futuristas, distópicos, los integrantes de Pan Casero cantan en este espectáculo sobre el presente para dilucidar los abismos del porvenir.
La cita es hoy, a las 21.30, en el Espacio Le Parc (Mitre y Godoy Cruz, Guaymallén).
El Robin Hood del desierto sigue cabalgando
Seguimos por la ruta que reúne lo popular con lo artístico y nos encontramos aquí con un hombre que ya es leyenda: Juan Bautista Bairoletto.
El teatro que dirige Ernesto Suárez sabe cómo darle cabida a estas figuras surgidas del seno del pueblo para realzarlas en escena. Así, "Bairoletto, bandido rural" es una tentadora opción para que le pongas el post-it a este mapa de tu domingo.
La obra se basa en sabrosos instantes de la vida de este conocido gaucho de nuestro desierto, que por su desobediencia ante los poderosos se volvió símbolo de rebeldía. Aquí, Juan Bautista se hace carne de las injusticias que sufren los trabajadores: sí, las cuitas de los pueblos se repiten.
La obra se presenta en El Taller, Granaderos 1964, a las 21. Entradas, $ 120.
El buen vino siempre favorece los encuentros
El proyecto de formación que gestaron juntos la Asociación Cultural Mendoza y Monk Estudio (de Buenos Aires), dirigido por Pepe Monje, crece a pasos agigantados. En este cuarto opus que estrenó el domingo pasado, nuestra bebida nacional es el nexo. Pero lo interesante de “Crónicas del vino” es que los diálogos entre la dramaturgia teatral y la narración audiovisual se vuelven cada vez más sólidos y armónicos, creando un concepto global de puesta que lleva al espectador por diversos momentos: humor, ternura, nostalgia. Todo está allí: el pulso sagrado de la escena, la pregnancia hipnótica de las imágenes, el compromiso con la tarea. Notable el trabajo de Patricia Christen, Sacha Barrera Oro y Monje. En Teatro Imperial (P. Pescara 323, Maipú). A las 20. Entradas: $ 180.