El gobernador electo de Tucumán, Juan Manzur, afirmó ayer que la relación con la oposición en la provincia “se va a recomponer” y aseguró que llamó “a una mesa de diálogo” a dirigentes de otros espacios. “Las puertas para la oposición están abiertas”, sentenció el ex ministro de Salud, quien ya recibió su diploma de gobernador electo y remarcó que va a asumir su cargo el próximo 29 de octubre.
Manzur consideró que las denuncias de la oposición por supuesto fraude durante las elecciones del 23 de agosto fueron “una estrategia para deslegitimar un triunfo contundente en la provincia de Tucumán”.
“Se intentó deslegitimar esto de que el pueblo tucumano se aferre al proyecto político del Frente para la Victoria”, reforzó el gobernador electo, quien consideró “que la denuncia genera títulos y después pasa porque judicialmente no hay nada que se compruebe”.
“Todos los sistemas electorales son perfectibles. Hemos llamado ya a una mesa de diálogo, a una mesa de consenso, para acordar, si es necesario, todas las modificaciones que sean necesarias al sistema electoral”, reconoció el dirigente peronista.
En declaraciones a las radios 10 y Del Plata, Manzur valoró que “muchos dirigentes de la oposición, radicales y del Pro, que fueron electos por los tucumanos, fueron a retirar los diplomas” a la sede de la Junta Electoral tucumana. Al respecto, vaticinó que “la relación con la oposición se va a recomponer” y aseguró que viene “llamando al diálogo” desde la misma noche de las elecciones.
Según el escrutinio definitivo, que se dio a conocer tres semanas después de las elecciones y que se oficializó ayer, Manzur ganó la elección con el 51,64 por ciento de los votos contra el 39,94 por ciento que consiguió el radical José Cano.