Un empresario y otros cinco acusados serán juzgados desde esta mañana en la Capital Federal por el contrabando de casi tres toneladas y media de cocaína descubierto en 2010, en el operativo denominado "Manzanas blancas", el mayor secuestro de droga de los últimos años.
El debate, cuyo inicio había sido postergado por la renuncia del abogado defensor del principal imputado, Valentín Temes Coto, comenzará a las 9.30 y estará a cargo del Tribunal Oral en lo Penal Económico (TOPE) 3, ubicado en el edificio de Comodoro Py 2002 del barrio porteño de Retiro.
El juicio durará unos seis meses y se escucharán a unos 300 testigos citados por los jueces Karina Perilli, Luis Imas y Gustavo Losada.
Además de Temes Coto, dueño de la firma Frutol S.R.L de Río Negro y primo del supermercadista Alfredo Coto; también serán juzgados Nelson Hinricksen, el encargado de la firma en la ciudad de Allen, donde la Justicia cree que pudo cargarse la droga; y el secretario y "mano derecha" del primero, Claudio Maidana.
A los tres, que están detenidos, se les imputa el delito de "contrabando agravado", por lo que podrían recibir penas de hasta 16 años de prisión.
En tanto, tres ex agentes de la Aduana, Osvaldo Centeno, Gustavo Alsogaray y Pablo Merse, llegan al debate en libertad, ya que se les imputa un delito culposo previsto en el artículo 868 inciso A del Código Aduanero que sólo es reprimido con multa.
Esta causa, que estuvo a cargo del juez en lo Penal Económico Jorge Brugo, se inició cuando se descubrió el intento de contrabando a España de 1.647 kilos de cocaína en cajones de manzanas de la empresa Frutol.
La droga fue encontrada el 16 de junio de 2010 por personal de la Dirección General de Aduanas en la Terminal 4 del puerto de Buenos Aires y, según la investigación, había salido disimulada en dos contenedores revisados en la ciudad rionegrina de Villa Regina unos 12 días antes, el 4 de junio del mismo año.
Las tareas de inteligencia encomendadas por el juez Brugo permitieron localizar otro embarque a España con 1.700 kilos de esa droga, de la misma empresa, que fue interceptado cuando hizo escala en el puerto brasileño de Santos.
La defensa de Coto pidió la excarcelación del empresario en reiteradas oportunidades, pero nunca tuvo éxito.