Manterrupting, mansplaining y manspreading: conductas masculinas que irritan a las mujeres

Manterrupting, mansplaining y manspreading son tres términos poco conocidos para designar conductas masculinas que irritan a las mujeres desde hace años.

Aunque una parte importante del feminismo considera que se refieren a micromachismos que forman parte de un patrón de comportamiento, existen quienes piensan que son acciones inconscientes y por ende involuntarias.

“Me hablás como si fuera tonta”

Mansplaining es un neologismo (una palabra que surge para describir una nueva realidad) que combina las palabras del inglés  "man" (hombre) y "explaining" (explicar).

Se trata de aquellas prácticas en las que un varón le explica algo a una mujer de la forma en la que lo haría con un niño o de manera condescendiente haciendo sentir a la otra persona como si fuera "tonta".

De esta manera el hombre se posiciona en un lugar de superioridad intelectual frente a su interlocutora.

“No me dejas terminar”

El manterrupting es otro neologismo que surge de la combinación de las palabras también inglesas  "man" (hombre) y "interrupt" (interrumpir) y consiste en interrumpir a las mujeres cuando están hablando de temas que los hombres consideran que no tienen suficiente conocimiento o, en otras palabras, que no manejan.

Suele ser muy común en las conversaciones sobre deportes (mayormente futbol), autos o temas referidos a la mecánica, tecnología e incluso política. Se puede concebir como una forma de menospreciar o desconfiar de los conocimientos de ella.

Cabe destacar que esta conducta está fundamentada en años de educación machista que ha sostenido que en todas las sociedades existen "actividades para nenas y otras para nenes".

“Sentáte bien”

El manspreading es una palabra que surge de la mezcla de "man" (hombre) y "spread" (expandirse).  Este término es el único de los tres que hace referencia a una acción física.

Se llama así a la conducta que consiste en la práctica de algunos hombres de sentarse con las piernas abiertas en lugares públicos invadiendo el espacio de las mujeres.

Este ha sido un tema de discusión en muchas ciudades del mundo e incluso el metro de Nueva York, hizo una campaña para pedir a sus viajeros que optaran por posiciones respetuosas.