Política
La Corte desestimó un planteo de Sergio Salgado en la causa por amenazas a un empleado del Banco Nación
hace 10 horas
En la Cámara baja pasaría de los actuales 111 diputados a 115, mientras que el Senado debe renovar la mitad de las bancas que se eligen para retener el control, ya que junto a los aliados ponen en juego una quincena de los 24 escaños.
Cámara de Diputados
El Frente para la Victoria pasaría de los actuales 111 diputados a 115, como consecuencia de ganar 38 bancas sobre las 34 que pone en juego.
Si a eso se suman las 14 bancas que tendrán los aliados, el resultado arroja 129, que pueden ser tres o cuatro más dependiendo de los apoyos de aliados circunstanciales.
Así como el oficialismo ganó bancas propias, de computarse resultados similares en octubre, perderá 9 de los actuales 23 aliados con los que cuenta, entre ellos los del Movimiento Popular neuquino y los de Nuevo Encuentro.
El radicalismo, la segunda fuerza de la Cámara, que pone en juego 25 de las 40 bancas que posee, sumó entre cinco y seis bancas, con lo que pasaría a contar con 45 o 46 escaños desde diciembre próximo.
Cámara de Senadores
El Frente para la Victoria debe renovar la mitad de las bancas que se elijen para retener el control del Senado, ya que junto a los aliados ponen en juego una quincena de las 24 escaños que se eligen en la elección de octubre en los ocho distritos donde se votan los representantes de la cámara alta.
Se trata de la Ciudad de Buenos Aires y de las provincias de Río Negro, Salta, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
En esos distritos, el kirchnerismo expondrá una docena de bancas de su bloque que suben a quince si se cuentan a su aliado, el Movimiento Popular Neuquino y a los dos representantes de Nuevo Encuentro de Tierra del Fuego.
En esta oportunidad, el Senado debe renovar las bancas elegidas en 2007 cuando el oficialismo triunfó en todos los distritos.
En tanto, el radicalismo pone en juego cuatro bancas de las catorce que posee, el peronismo disidente dos de siete y las restantes están en manos del interbloque FAP (una de cuatro), de Proyecto Buenos Aires Federal (Probafe - una escisión de la Coalición Cívica) y del Partido Renovador Salteño.
