Una de las voces de alerta la dio un arquitecto chileno que visitó la provincia varios años atrás. Fue en oportunidad en que se estaba demoliendo una vieja bodega en Godoy Cruz, sobre calle San Martín, para construir un supermercado. El profesional del vecino país hizo pública su preocupación porque se estaba destruyendo un patrimonio cultural histórico, preguntándose entonces el motivo por el cual no se tomaban medidas para evitar la situación.
La respuesta que surgió de parte de técnicos mendocinos fue que en Mendoza, por tratarse de una provincia sísmica, no existía una cultura a favor del resguardo de esos valores patrimoniales, en razón de que la gran mayoría no estaban construidos con las exigencias que permiten hacer frente a sismos de gran intensidad. Fue entonces que el arquitecto chileno expresó que Chile es un país con una permanente actividad sísmica, pero que ha logrado establecer y defender patrimonios culturales, como sucede con la ciudad de Valparaíso, entre otros muchos lugares.
Puede o no haber hecho un clic favorable en la dirigencia política local, pero la advertencia que había realizado el profesional visitante era cierta y concreta. De todos modos, con el correr de los años se ha producido y mantenido una corriente tendiente a recuperar lugares históricos. A modo de ejemplo podríamos mencionar lo que sucede con la Capilla del Rosario o la casa de Molina Pico, en Guaymallén; la casa de las bóvedas, en Pedregal, el mantenimiento del santuario de María Auxiliadora en Rodeo del Medio o las tareas que se desarrollan en Barrancas, Maipú; el cuidado de las bóvedas de San Martín, en el departamento homónimo; las mejoras en el predio de El Plumerillo o el mantenimiento -a pesar de la desidia de la gente- del monumento en Canota, Las Heras; la recuperación de la iglesia de La Carrodilla o la utilización de la vieja casona ubicada en las cercanías del centro de Luján, por señalar sólo algunas de las decenas de ejemplos que se multiplican a lo largo y ancho de la provincia.
En la Capital resultó más que auspiciosa la recuperación del Área Fundacional y la decisión del Gobierno de recuperar la mansión Stoppel, sobre la avenida Emilio Civit. Ahora hay un proyecto aprobado en la Cámara de Diputados para que se declare como valor histórico cultural a la casa donde residió el ex gobernador Francisco Gabrielli, ubicada en la intersección de Godoy Cruz y Patricias Mendocinas, de Ciudad.
El proyecto fue presentado por un legislador demócrata mandato cumplido, pero contó con la adhesión del cuerpo, pasando a la Cámara Alta para su consideración. Pero si nos atenemos a lo afirmado por funcionarios provinciales, es factible que también obtenga los votos afirmativos necesarios para que la declaración de valor histórico cultural se mantenga. La casa se construyó a fines de los años ’20 y es una de las más importantes realizaciones del arquitecto y urbanista Daniel Ramos Correas. Su estilo de construcción es neocolonial, propio de los años ’20 y ’30, con ornamentos platerescos y del barroco español en la fachada. Actualmente, la casa es de propiedad del Sindicato Unidos Trabajadores de la Educación (SUTE) y, si nos atenemos a los carteles ubicados en su fachada, habría sido puesta en venta. De allí que debería trabajarse con celeridad en los ámbitos legislativos a los efectos de que la sanción definitiva del proyecto se alcance en el plazo más corto posible, acordando con el gremio el valor a abonar.
Recuperar los valores históricos resulta fundamental para la vida de los pueblos. Mendoza está ratificando y fortaleciendo esa cultura y es necesario seguir apoyando ese tipo de actitudes.
