Se habló mucho en la semana previa del derby departamental. Que se juega en el Malvinas Argentinas con ambas hinchadas, que se juega en calle Vergara con público local, como realmente se dio. Muchas idas y vueltas hasta la decisión final.
Enojos de un lado, declaraciones por el otro. Los días en el departamento se vivieron con mucha adrenalina y pasión, pensando en lo que podía suceder este domingo en la casa del Cruzado.
El clásico tiene siempre condimentos muy especiales, y esta vez faltó el color que podía poner la gente Celeste para que el espectáculo fuera completo como se merece esta clase de encuentros.
Ya desde varias cuadras antes de llegar al estadio se podía percibir que el control policial iba a ser muy exigente. Policías en cada esquina tratando de no descuidar ningún detalle, mientras los hinchas Botelleros se acercaban vestidos con la pilcha tradicional de sus amores.
No se salvó nadie del control. Hasta los propios periodistas debieron pasar por una requisa exigente para ingresar el Omar Higinio Sperdutti.
La primera medida fue ubicar a las 20 personas de Gutiérrez que estaban habilitadas para concurrir, entre dirigentes y allegados al club.
Bien custodiados, fueron ubicados en un rincón de la tribuna del sector oeste, separados por un cordón policial. Esos mismos fueron sacados cinco minutos antes de terminar el partido sin ningún tipo de inconvenientes, para luego reunirse con el plantel y cuerpo técnico en el vestuario visitante.
Estaba claro que no podían fallar a la hora de desarrollar el operativo policial, por eso el propio Ministro de Seguridad, Leandro Comperatore, estuvo presente en la cancha y controló el trabajo de los uniformados. “Por suerte todo salió bien, se trabajó en la semana con todos los detalles y existió colaboración de ambos clubes”.
Quien no estaba muy contento con los gastos que debió afrontar fue Omar Sperdutti, teniendo en cuenta que el dispositivo abarcó a 190 policías, dispersos en el estadio y los alrededores.
¿Y los hinchas de Maipú? Pusieron el calor desde las tribunas y armaron una gran coreografía cuando el equipo pisó el campo de juego. Además se acordaron permanentemente de su archi rival de toda la vida. Alrededor de cuatro mil personas acompañaron al elenco de Sergio Scivoletto.
Adentro los actores principales se portaron bien y no generaron acciones para calentar el ambiente afuera.
Unos se fueron masticando bronca por el resultado. Otros se retiraron conformes.
Lo bueno que fue en paz.
Alejandro Abaurre: "Creo que dimos una buena muestra de carácter"
“Quedamos muy tranquilos porque para nosotros era importante sumar, pensando que jugamos un clásico con todo en contra. Intentamos hacer daño desde nuestro lugar, apostando a tres delanteros. En el primer tiempo nos faltó volumen de juego. Después, con el cambio táctico (línea de tres en el fondo) equilibramos el desarrollo del partido. Ahí fue nuestro mejor momento. El equipo dio una buena muestra de carácter, asumió muy bien la situación en la que estamos”.
Sergio Scivoletto: "Hubo sólo un equipo en la cancha, fuimos muy superiores"
“Sólo hubo un equipo en la cancha, Gutiérrez no pateó un tiro al arco. En el primer tiempo fuimos muy superiores, pero los goles se hacen y no se merecen. No definimos y terminamos con un resultado que no esperábamos. El empate es injusto. En todos los partidos nosotros salimos a buscar puntos, hoy (por ayer) contamos con varias situaciones de gol. Ellos no generaron nada. Yo sabía que se iba a dar un planteo así de Gutiérrez. Gómez fue un espectador de lujo”.