Al regreso de cualquier viaje se traen las valijas del alma llenas de aprendizajes y experiencias. Ésa es una verdad de Perogrullo. Ahora bien, hay además en el mapa turístico internacional disponibles travesías y visitas que tienen que ver con el quehacer científico. Una mixtura interesante y productiva. Aquí algunos casos.
Ecosistemas patagónicos
La amplia variedad de ecosistemas y la abundancia de lugares remotos en la región de Aysén, en el sur austral trasandino, proveen una gran oportunidad para incrementar el conocimiento científico. Es por eso que en esta zona chilena de grandes bellezas naturales, el turismo científico es una realidad palpable. “Participar en una investigación de campo y contribuir al conocimiento científico es una oportunidad única para los visitantes”, aseguran. Con base en el poblado de Coyhaique, ExplorAysen, un emprendimiento de turismo científico, cuenta con el respaldo y experiencia del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) y ofrece varias alternativas para los forasteros con intereses especiales.
Existen diversas modalidades de concreción: por ejemplo hay propuestas de exploración que consisten en expediciones lideradas por hombres de la ciencia que se hacen para evaluar el potencial de investigación de un tema en un área determinada. En este caso los turistas acompañan y ayudan a hacer registros, prospecciones y observaciones necesarias para diseñar futuras acciones. Monitorear la población de focas, identificar especies de delfines y grupos específicos, identificar individuos y estudiar los sonidos de cetáceos están contemplados en los programas.
Por otra parte, en la región de Aysén se están realizando varios estudios sobre los ecosistemas terrestres y marinos, la historia de la colonización, el derretimiento de glaciares y la arqueología de pueblos indígenas. Entonces, otra de las modalidades tiene que ver con integrar alguno de esos equipos. Un ejemplo es el de los paquetes que implican un análisis sobre los impactos potenciales de la instalación de centrales hidroeléctricas o de la salmonicultura. Vale agregar que otras dos vetas son el eco voluntariado y los viajes eco culturales.
Ser el nexo entre el mundo de la ciencia y los servicios que los turistas que llegan a la Patagonia necesitan, es la vocación de ser de esta operadora de características muy particulares. “Las propuestas son para todo tipo de clientes que quieran recorrer Aysén recibiendo conocimientos duros de las ciencias de la tierra a través de especialistas en interpretación ambiental y científica”, dice Sergio Andrés Fuentealba, fundador de la empresa.
La exploración del glaciar San Rafael es una de las opciones que se barajan de cara al verano.
Se trata de un periplo diseñado especialmente para conocer esa masa helada y todos sus secretos. Son dos días de aventuras por el majestuoso valle Exploradores, que implican, además de navegar su río, aprender sobre Glaciología y Biología de los fiordos, golfos y lagunas del Campo de Hielo Norte. Un guía conocedor de la zona y el antropólogo Mauricio Osorio acompañan a los grupos. Precio: $ 325.000 chilenos.
En tanto es el ingeniero forestal Marcelo Sanhueza, quien va con los interesados en escudriñar los Bosques de Coyhaique. Los hitos naturales de la Reserva Nacional del mismo nombre, desde la perspectiva de la investigación forestal, quedan en foco. Apuntes sobre los proyectos desarrollados en restauración ambiental, manejo de bosques y conservación genética también están previstos. Lo mismo que paradas estratégicas en los hitos forestales y de investigación como el Vivero forestal, las plantaciones y el Huerto clonal de Lenga. Este programa está disponible en octubre, dura 8 horas y sale $ 39.000.
La riqueza y biodiversidad de los cursos de agua, en particular del río Simpson, situado en plena Selva Templada Siempreverde, son la temática de otra de las excursiones. Aprender sobre los insectos acuáticos y su importancia en los diversos procesos ecológicos del cauce como también sobre las actividades económicas ligadas a la cuenca y su impacto son los objetivos. En compañía de un ingeniero forestal se encara un flote en el río para obtener un muestreo y hacer una colecta de fauna acuática. Precio: $ 59.900. www.exploraysen.com
Paraíso para investigadores
“Nuestro enfoque de turismo científico está orientado a ofrecer una experiencia especializada con el propósito de combinar los conocimientos científicos con la parte práctica. En el caso de estudiantes universitarios, de acuerdo a su carrera, los programas están enfocados en recolección de datos e implementación de teorías. En cambio con los investigadores principalmente trabajamos con temas marinos, acompañándolos en sus proyectos, así como complementando o recopilando información para sus relevamientos personales”, relata María Fernanda Echeverría, licenciada en Ecoturismo e integrante del staff de Greenadventures en Ecuador.
Ese país tiene de más de 1.600 especies de aves, 15.901 de plantas, 350 de reptiles, 400 de anfibios y 324 de mamíferos. Además, las islas Galápagos, donde Charles Darwin acuñó la Teoría de la Evolución, son también un paraíso para los que aman viajar y a la vez aprender. www.greenadventures.com.ec
Propuesta universitaria
La Universidad de La Plata, en Buenos Aires, tiene lo suyo en la materia. Este programa incluye recorridos por áreas turísticas incorporando interrogantes, promoviendo la participación activa de los turistas y enfrentándolos con los problemas que surgen en el contexto de una investigación en el campo, informaron desde la Secretaría de Extensión de esa casa de estudios.
Una reflexión sobre el cuidado del medio ambiente y la importancia de preservar el patrimonio natural y cultural, son metas contempladas. Las salidas son para alumnos de colegios primarios y secundarios. Las actividades de campo se desarrollan en diferentes lagunas del Sistema de Encadenadas de Chascomús. La elección del ambiente se debe a la importancia que tienen las lagunas bonaerenses, al ser ecosistemas altamente productivos y con una gran diversidad de organismos y relaciones tróficas.
