Miles de personas participaron hoy en la movilización convocada por sectores sindicales para repudiar la política económica del Gobierno, y el acuerdo con el FMI, en las horas previas a la huelga nacional que se realizará mañana.
La jornada de protesta comenzó al mediodía con tensión entre manifestantes y efectivos policiales, cuando impidieron el avance de las columnas de protesta hacia Buenos Aires, pero se resolvió luego de unas horas de negociaciones.
Las distintas ramas de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y el gremio de camioneros, liderado por Hugo Moyano, iniciaron este mediodía la huelga y marcharon junto a organizaciones sociales, políticas y sindicales a Plaza de Mayo.
La medida de fuerza de la CTA y Camioneros se sumarán mañana al paro nacional convocado por la central obrera Confederación General del Trabajo (CGT). Los sindicatos de transporte público automotor y ferroviario ya anunciaron que adherirán mañana a la huelga y se estima que el acatamiento sea alto.
"El paro le va a mostrar al mundo que el pueblo le dice 'No al FMI, no al presupuesto del FMI, no a los despidos, sí a la justicia social", proclamó Hugo Yasky, secretario general de una de las ramas de la CTA, en Plaza de Mayo.
El dirigente sindical denunció "la emergencia social y educativa" que vive la Argentina y pidió que se apruebe una ley "antidespidos".
Pablo Micheli, líder de la otra rama de la central obrera, llamó al Gobierno a evitar el ajuste y abrir una nueva ronda de negociaciones salariales paritarias para equilibrar los sueldos con el ritmo creciente de inflación, y brindar "un aumento de emergencia a los jubilados y pensionados". "O se cae este modelo económico o estos tipos dejan el Gobierno", advirtió.
Los sindicatos que forman parte de la CGT no participaron en las manifestaciones, en una señal de la crisis interna dentro del sector gremial. Ambos líderes de la CTA llamaron a la unidad sindical. "Hay que estar cada día más juntos", instó Micheli.
"El presidente debe tener las piernas entumecidas por estar mucho tiempo de rodillas (...). Este no es el patio trasero de Estados Unidos", alertó Yasky.
Por otro lado, el Gobierno consideró que "no es el momento" de realizar una huelga. "Respetamos el derecho constitucional que tienen los gremios de hacer huelga. Seguimos pensando que no es el momento adecuado, estamos haciendo un esfuerzo colectivo con empresarios y trabajadores para superar esta crisis", declaró el ministro de Producción, Dante Sica. "La actividad está cayendo y tenemos que empezar a recuperarla", afirmó.