Nueva York se compone de clásicos ineludibles. Algunos, presentes en ese skyline sobre el cual la ciudad construyó su mítica presentación, y que ha sido retratado una y otra vez en películas porque es, a través de la pantalla, como la mayoría vio a la Gran Manzana por primera vez.
Pero esta metrópolis altamente mediatizada, lejos de vivir sólo de su pasado, se reinventa cada día, dando lugar a nuevos atractivos que -rápidamente- devienen en nuevos clásicos.
Aunque la lista podría ser interminable, en esta nota proponemos 10 íconos de Manhattan -legendarios y recientes- para conocer la urbe a través de su distrito más famoso.
Datos
El New York City Pass es una cuponera que incluye entradas a los principales atractivos de la ciudad –museos, miradores, paseos,…- y permite ahorrar hasta más del 40% respecto de si las entradas se compraran por separado. Además posibilita ahorrarse filas al momento de acceder a las atracciones ya que se ofrecen entradas diferentes para quienes cuentan con este pase. es.citypass.com
One World Observatory. Inaugurado en 2015, este edificio (que con 542 metros es el más alto de Occidente) no necesitó que el tiempo le concediera el atributo de clásico de la ciudad y, desde antes de su apertura, ya se había convertido en una viva muestra de la resiliencia de la Gran Manzana. Hoy es un paso obligado cuando se visita Nueva York -por 32 dólares se puede disfrutar de las impresionantes vistas de su mirador- y es protagonista de miles de fotografías que inmortalizan su estructura que apunta al cielo. www.oneworldobservatory.com
Central Park. Con 341 hectáreas, el Central Park es un refugio verde dentro de una ciudad que se jacta de no dormir jamás. Algo así como El Jardín para las miles de personas que viven en los departamentos de los innumerables edificios que colman la ciudad. Y así, ya sea para un picnic con amigos, leer, correr, andar en bicicleta o patines, tomar sol, pasear un domingo, para un concierto o las fotos de una boda, existen miles de maneras de vivir este parque. Sus más de 150 años de antigüedad, hacen del Central Park un protagonista incuestionable en la vida, no sólo de los neoyorquinos sino también de quienes los visitan. El Strawberry Field, paseo que rinde homenaje a John Lennon (quien fuera asesinado en sus cercanías) es uno de los puntos más visitados y el mosaico que descansa en el suelo con la inscripción 'imagine', uno de los más fotografiados. Las dimensiones del Central Park lo hacen inabarcable en una sola visita, aunque un paseo en bicicleta es una excelente manera de descubrir, a ritmo de pedaleo, su encanto.
Top of the Rock, Rockefeller Center. Este complejo de edificios delimitado por la Quinta y la Sexta Avenida culmina en el 30 Rock como se conoce al rascacielos de la General Electric que también alberga los estudios de la NBC. A los pies, construido en 1930 que posee 70 pisos y 266 metros de alto, todo un récord para la época, se ubica cada año la famosa pista de patinaje sobre hielo en invierno, unos floridos canteros durante la primavera y un enorme pino de Navidad durante los festejos de fin de año.
Cerrado durante más de 2 décadas, en 2005 reabrió su mirador -Top of the Rock- que desde entonces se ha convertido en todo un referente, cuando se trata de observar la ciudad desde las alturas y recibe aproximadamente 10 mil personas como media diaria. Tiene un mirador panorámico que ofrece vistas de 360° de la ciudad y una excelente perspectiva del Empire State, además, del Central Park, el puente de Brooklyn y el río Hudson. www.topoftherocknyc.com
Times Square. El punto de encuentro de Broadway y la Séptima Avenida, es uno de los más concurridos de Nueva York aunque es en la medianoche del 31 de diciembre cuando esta intersección supera su capacidad con cientos de personas que se reúnen para despedir y dar la bienvenida al Año Nuevo. Los gigantes anuncios que pelean en tamaño por acaparar la atención de los transeúntes, se han convertido en todo un sello de la ciudad. www.timessquarenyc.org
Memorial y Museo 11-S. Dos grandes fuentes cuadradas cuyos chorros de agua se funden hacia abajo y donde se inscriben los nombres de las víctimas fatales del atentado a las Torres Gemelas, ocupan hoy el lugar donde, antes de esa fatídica fecha, emergían los rascacielos diseñados por Minoru Yamasaki. Al lado se ubica el Museo 11-S, un tributo a quienes perdieron la vida aquel día y que, a partir de la memoria, intenta sanar esta herida todavía abierta. La muestra es un recorrido por testimonios de testigos del atentado, obras de arte que conmemoran esa triste fecha así como una reconstrucción de la jornada y diferentes elementos que fueron rescatados de los escombros de la Zona Cero, como parte de la estructura de una de las torres u objetos personales, entre otros. www.911memorial.org
Empire State. Inaugurado en 1931, el Empire State fue durante más de 40 años el edificio más alto del mundo -con 443 metros de alto- hasta que, en 1972, las Torres Gemelas le arrebataran el título que, tras los fatídicos atentados, volvería a ostentar y más tarde a perder, tras la creación de la One World Tower. Sin embargo, no le ha quitado protagonismo. Cada noche las luces de su parte superior se encienden y honran, con sus colores, diferentes fechas. Por ejemplo, el 9 de julio de 2006 con celeste y blanco se conmemoró la independencia Argentina. En 1933, este edificio sería inmortalizado por el cine con un King Kong que escalaba hacia su cima sosteniendo a Ann (Fay Wray) en su mano derecha. En 1957 en An Affair to Remeber los personajes -Cary Grant y Deborah Kerr- planearían reencontrarse en su mirador, cita que no lograría concretarse y en Sleepless in Seattle volvería a ser el punto de encuentro entre dos enamorados, esta vez Meg Ryan y Tom Hanks. www.esbnyc.com/es
High Line. Unas abandonadas vías de tren, que se convertirían en un parque colgante, dan cuenta en esta original propuesta de la capacidad de transformación y adaptación que tiene Nueva York. Desde la década de 1980, momento en que el recorrido ferroviario se suspendió, la zona quedaría sumida en el abandono. Sin embargo, en 1999, surgiría la asociación Friends of the High Line que intentaría reciclar y revalorizar el lugar. El resultado fue este bosque suspendido -sembrado de especies perennes que exigen menos cuidado y agua- que se integra a la perfección con el espacio urbano que lo contiene. La estructura ferroviaria se conserva. En muchas partes se pueden ver los rieles y también se refuerza en el piso de cemento que se abre como si de una vía se tratara. Desde su inauguración es un sitio urbano apto para un momento de rélax y esparcimiento. www.thehighline.org
Paseo en Ferry. Presenciar la ciudad de Nueva York desde el agua es un exquisito placer del cual mejor no privarse. Hay diferentes itinerarios como, por ejemplo, visitar la Estatua de la Libertad y la isla Ellis, donde antaño llegaban los inmigrantes o disfrutar de un recital de jazz o una cena mientras se navega el East River. La oferta para conocer a Nueva York desde el agua, es variada y apela a todos los gustos y bolsillos. Desde un ferry se aprecia el skyline neoyorquino y sus famosos puentes que unen Brooklyn con Manhattan de una excepcional manera. Sin duda, el atardecer es el momento perfecto para disfrutar de esta excursión, cuando el sol comienza a caer y los rascacielos reflejan su luz.
Quinta Avenida. La Quinta Avenida también fue inmortalizada por el cine y la TV. Su intersección con la calle 57 remite a la escena de Breakfast at Tiffanys con Audrey Hepburn enfundada en su legendario vestido negro de Givenchy y sus gafas negras dando inicio al estereotipo de mujer soltera en Nueva York que más tarde Carrie Bradshaw retomaría. Sin embargo, la Quinta Avenida no sólo es famosa por el cine sino también por las lujosas tiendas que alberga, donde las grandes marcas mundiales dicen presente y edificios icónicos como: el Empire State, el Museo Metropolitan, el Museo Guggenheim o la Catedral de San Patricio, cuyo estilo neogótico contrasta con los modernos edificios que la rodean. En definitiva, cuando se visita Nueva York sobran las razones para pasear por esta famosa calle.
Sus museos. Pero Nueva York no sólo presume de su skyline y sus tiendas de lujo. La ciudad tiene una oferta de museos amplia que contenta a cualquiera. El Museo de Arte Metropolitan (www.metmuseum.org/) es un referente a nivel mundial que incluye tesoros de la antigüedad clásica, del arte egipcio, asiático, africano, así como también grandes obras europeas de artistas como Rafael, Velázquez, Monet o Van Gogh. Mientras, el MoMA (www.moma.org) que está dedicado al arte moderno, expone esculturas, fotografías, pinturas, dibujos y performances de los expertos más importantes de los últimos 150 años. El Americano de Historia Natural, es un divertido plan para acudir en familia. El Guggenheim, diseñado por Frank Lloyd Wright, es una obra de arte en sí mismo. Pero la lista sigue: Museo Judío, The Cloisters, el Museo de Artes y Diseño, el Whitney de Arte Estadounidense, etc..