Con actas acuerdo que permitiría que fuesen tomados de nuevo en caso de reabrir la empresa, se llegó a la desvinculación de gran parte de los empleados de Manferro SA, (la ex Carbometal) productora de ferrosilicio, ubicada junto al lago del dique El Nihuil, en el departamento de San Rafael.
Ayer, fueron citados 76 trabajadores a la delegación local de la Subsecretaría de Trabajo y allí se homologaron los convenios indemnizatorios.
La planta de ferrosilicio sufre los embates de la economía nacional e internacional y decidió primero apagar los hornos a la espera de una ayuda o un acuerdo nacional; luego cesanteó a su personal hasta nuevo aviso mientras que ayer comenzó a concretar lo que los obreros veían venir: los despidos.
Para permitir que los trabajadores puedan ser empleados nuevamente si la industria retorna a las tareas, se llegó a un acuerdo por el cual se firmaron convenios indemnizatorios de dos formas diferentes. Uno de ellos prevé el pago al contado del 70% del valor de la indemnización y el otro ofrece la cancelación total de la deuda, pero dividida en cuatro cuotas.
Por esta razón no se realizó sólo una homologación del convenio sino que se acordó con cada empleado, según especificaron desde la Subsecretaría de Trabajo. Además, señalaron que esto permite a los trabajadores generar el subsidio por desempleo. Los operarios estuvieron acompañados y aconsejados por personal del gremio de los metalúrgicos, encabezados por su delegado, Martín Pastor.
La misma situación será la que deberá afrontar en estos días el resto de los trabajadores del total de 105 de Manferro en El Nihuil. Uno de los obreros ahora desempleado, comentó que la mayoría aceptó las propuestas de indemnización y que esto afecta gravemente al distrito ya que son unas 85 las familias del lugar que perdieron su fuente de ingresos, mientras que los otros son residentes de la ciudad de San Rafael.
Algunos más optimistas expresaron su esperanza de que la empresa pueda reabrir en enero o febrero, de lograrse las acciones del gobierno que aguardan las industrias siderúrgicas para poder paliar la situación.
Este desenlace llega como consecuencia de la merma de la actividad de sus principales clientes -como Siderca, Siderar y Acindar- pero, sobre todo, por un contexto internacional que, devaluaciones de los países vecinos mediante, deprime todavía más la competitividad por el desfasaje de la relación peso-dólar. La situación viene siendo denunciada por la cámara que nuclea a las empresas del sector.
Incertidumbre
El panorama para el distrito de El Nihuil, ubicado 75 kilómetros al sur de la ciudad de San Rafael, es bastante incierto, ya que en el lugar no hay fuentes de empleo para absorber a las 85 familias.
Cabe recordar que Manferro Aleaciones Nihuil puso en marcha los hornos en agosto de 2014 y a los quince días logró concretar la primera venta a la provincia de Santa Fe.
La ex Carbometal, como se la conoce en la zona, tiene un historial de aperturas y cierres. Fue inaugurada en 1949 y funcionó hasta el 20 de febrero de 1992. En 1995, reabrió para cerrar definitivamente el 28 de febrero de 1997. Desde 2010 se realizaron gestiones para poder reabrir la fábrica y en enero de 2013 se hizo la audiencia sobre impacto ambiental. Finalmente, en agosto de 2014 comenzó a funcionar uno de los hornos.
Para su reapertura se requirió una inversión de 25.000.000 de pesos por parte de la empresa y el objetivo era producir, en principio, 40 toneladas diarias de ferrosilicio para sustituir la importación de esta aleación que utiliza la industria metalúrgica.
Menos demanda y poca competitividad
Hace un par de semanas, este diario publicó la advertencia de la Cafae (Cámara Argentina de Ferroaleaciones y Aleaciones Especiales) acerca de la complicada situación de las empresas de ferroaleaciones. Además de Manferro, se encontraba en una situación similar la firma Globe Metals.
“La fuerte disminución de las ventas de locales y de exportación por el aumento de costos internos, la caída de la demanda doméstica y el fuerte atraso cambiario que les impide vender, por la lógica pérdida de competitividad. A esto se suman las devaluaciones que sufrieron otras monedas como el euro, el real y el yen. Ambas situaciones tornan imposible competir en el mercado externo, adonde se destina el 80% de la producción”, señalaba la entidad a través de un comunicado.
En Mendoza hay unos 400 puestos de trabajo en juego, situación a la que se suma la firma sanjuanina Electrometalúrgica Andina.