La programación del riego en las fincas de Mendoza es clave para conseguir una buena cosecha. Planificar el uso de los recursos es una técnica que permite determinar el nivel óptimo de agua a aplicar a la finca, de acuerdo a las interacciones específicas de suelo, planta, clima y manejo agronómico.
Tradicionalmente, el riego se ha calculado en virtud de la cantidad de hectáreas implantadas, pero los avances tecnológicos permiten una mayor eficiencia. Al considerar las condiciones edafoclimáticas particulares de cada predio y un monitoreo de la humedad del suelo y del estado hídrico de las vides, es posible realizar una adecuada programación del riego de acuerdo a los frutos y variedades de la finca.
Este manejo hídrico del viñedo ha tenido un gran impacto económico ya que ha permitido mejorar significativamente la eficiencia del uso del agua, lo que contribuyó a incrementar la calidad y rendimiento de los viñedos. Al respecto, se ha logrado reducciones en la cantidad de agua aplicada durante la temporada que varían entre un 30% y 60% en sistemas de riego por goteo y superficial, respectivamente.
¿Cómo mejorar el riego de mi finca?
A través de un estudio de suelo es posible conocer sus propiedades físico-hídricas en cada uno de los sectores donde se realizará la programación del riego. El estudio de las propiedades físico-hídricas del suelo, comprende la determinación de la densidad aparente, capacidad de campo y punto de marchitez permanente. Para esto es necesario realizar un estudio de calicatas en cada cuartel a monitorear, lo que permite a su vez conocer la profundidad efectiva de raíces y cualquier impedimento al crecimiento de estas.
El objetivo de esta caracterización es agrupar sectores de suelo con características similares en cuanto a su capacidad para almacenar agua, y así posteriormente poder manejarlos en forma independiente en cuanto al riego. Esta información es fundamental para realizar el monitoreo del contenido de humedad del suelo ya que permite establecer los niveles de humedad críticos o umbrales de riego que definen el momento adecuado para volver a regar.
¿Cómo medir el consumo de agua del viñedo?
Para realizar una eficiente programación del riego también se hace necesario estimar el consumo de agua de las vides. Lo anterior es posible a través de los datos obtenidos de una bandeja de evaporación clase A, o bien desde una estación meteorológica automática, para así estimar la evapotranspiración real del viñedo durante la temporada de crecimiento.
Esta información se podrá obtener con la evaluación periódica del contenido de agua en el suelo, que consiste en la medición del contenido de humedad del suelo utilizando TDR (Time Domain Reflectometry). Este equipo se conecta a un par de varillas metálicas que van insertas en el suelo a la profundidad efectiva de las raíces, para así determinar el contenido de agua presente en el perfil de suelo. A través de estas mediciones es posible establecer la frecuencia de riego adecuada durante la temporada, según umbrales de riego y objetivo productivo del viñedo. Con esta información, más el conocimiento de la evapotranspiración de la vid, y capacidad del suelo para almacenar agua, se procede a determinar la lámina de agua a reponer en cada riego. Para hacer este monitoreo se realizan visitas periódicas al viñedo, midiendo con TDR la humedad del suelo en cada uno de los cuarteles donde se realiza la programación del riego.
Todas estas técnicas pueden ser consultadas y asesoradas por profesionales de organismos públicos y privados. También hay que recordar que el Fondo de la Transformación y el Crecimiento posee una línea de financiamiento específica con tasas 50% inferiores a las del Banco Nación y plazos de devolución a 10 años con dos de gracia.