Con la paritaria docente 'resuelta' -aunque arrastrando disconformidades- y la judicial y de la administración central mostrando los primeros signos de encaminarse hacia un acuerdo, la negociación salarial en la Salud sigue apareciendo como la de más difícil resolución.
Mañana finaliza la conciliación obligatoria y está prevista una nueva reunión en la Subsecretaría de Trabajo con ATE y Ampros. Para que esta conciliación sea prorrogada una semana más será necesario un acuerdo previo entre las partes. En este caso la paz permanecerá hasta el próximo lunes 22.
Tanto el Gobierno como ATE y Ampros consideran altamente probable que este año la Salud sea el sector que registre el mayor conflicto salarial de 2013, tal como el año pasado fue Tribunales. Y se preparan en consecuencia. Los dirigentes gremiales recuerdan que hay dos paros por 48 y 72 horas que están suspendidos y que se podrán llevar a la práctica ni bien termine la conciliación obligatoria.
Los funcionarios diseñan un escenario que amortigüe los paros mediante reglamentaciones que amplíen al máximo el concepto de 'servicio esencial', a fin de que no se produzcan más de dos días seguidos de huelga cada siete. En tanto en la Legislatura se impulsa un proyecto para dotar de más facultades a la Subsecretaría de Trabajo.
En dos oportunidades ATE ha admitido la posibilidad de una nueva intervención del Arzobispado, similar a la que tuvo el año pasado con los judiciales y a la de 2007 con la propia Salud durante el último año del ex gobernador Julio Cobos.
En tanto, el Gobierno provincial no se muestra inicialmente interesado en una intervención de la Iglesia."Preferimos ir al Ministerio de Trabajo de la Nación", dicen claramente en la Casa de Gobierno, refiriéndose a la comisión de interpretación de servicios esenciales.
"Primero están los mecanismos de la democracia para resolver los conflictos. Sólo cuando éstos no puedan llegar a soluciones, se abre la posibilidad de una intervención de la Iglesia", dicen en el Arzobispado de Mendoza. Este permanece muy lejano de un eventual arbitraje, aunque ratifica la posibilidad de gestiones de buenos oficios o el ofrecimiento de un ámbito de discusión.
