El 13 de marzo, un avión con familiares de soldados argentinos muertos en Malvinas aterrizaba en las islas otra vez. En el avión, además de los familiares, viajaban periodistas funcionarios y Virginia Urquizu (45), en representación del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Virginia es antropóloga social y está a cargo de la Unidad de Casos del EAAF.
En este nuevo viaje, dos familias pudieron llevar sus ofrendas a las tumbas de dos nuevos soldados argentinos que fueron identificados a partir del trabajo que los forenses argentinos realizan desde hace dos años.
La semana pasada Virginia Urquizu estuvo en Mendoza invitada por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNCuyo para ofrecer una charla sobre "Ciencia y Memoria Colectiva. Los aportes del Equipo Argentino de Antropología Forense en la reconstrucción de la identidad de los detenidos desaparecidos y los caídos en Malvinas".
“La experiencia de Malvinas fue muy impactante para mí; es algo intransferible corporalmente llegar a un lugar tan emblemático para cualquier argentino. Por mi trabajo en el Equipo, soy una de las primeras personas que se comunica con los familiares para comenzar con la comparación de datos de ADN, así que se forma un vínculo muy fuerte y cargado de emoción con esas personas que llevan tantos años viviendo en una especie de nebulosa en torno a lo que es hacer el duelo de un ser querido”, explica la especialista que debe ehebrar tacto, sensibilidad, inteligencia y compromiso en su tarea.
El cementerio de Darwin está en la isla Soledad y alberga a 237 soldados sepultados en Malvinas, pero 122 de ellos no habían sido reconocidos, por lo que sus lápidas aparecía la frase: "Soldado argentino solo conocido por Dios". "Sobre esto hay que aclarar que los militares argentinos que sobrevivieron en Malvinas no enterraron a sus soldados. Esa tarea la llevaron a cabo los soldados ingleses", trae a la memoria Urquizu.
El comienzo
Hacia 2012 y a partir de una iniciativa del Gobierno nacional, comenzaron los acercamientos entre el Reino Unido y Argentina para tratar de darles nombre y apellido a los que figuraban como NN, "pero en 2016 y después de la intervención de la Cruz Roja comenzamos con los trabajos de campo", recuerda.
El rol de Urquizu –como sucede con el caso de los cuerpos de desaparecidos en la dictadura militar- fue entrevistar a familiares de soldados.
“Al principio 107 familias prestaron su consentimiento. Aportaron los datos de los fallecidos y obtuvimos muestras de ADN para la identificación. Esa es la parte más difícil básicamente por lo emocional”.
En cuanto a pisar el suelo de Malvinas, con la carga que conlleva el hecho de estar en tierra extraña aún cuando se presenta como propia, la antropóloga indica que “eso queda de lado, porque acá no se presenta el trabajo como una reivindicación patriota ni nada parecido, sino que se trata de un trabajo estrictamente humanitario. Esas familias tienen el derecho de colocar una flor donde saben que está su ser querido. En los otros viajes, cuando los familiares colocaban sus ofrendas en cualquier tumba en un ritual simbólico”.
Alivio
Los cuerpos fueron analizados desde lo multidisciplinario. "Interviene la medicina genética, la odontología y la antropología. Una vez que se tomaron las muestras los cuerpos fueron enterrados en su sepultura".
Luego, en el laboratorio de la ciudad de Córdoba, se compararon las muestras de las familias junto con las tomadas en los cuerpos y se pudo identificar un total de 90 soldados.
“En este viaje fueron dos las familias que pudieron estar frente a la tumba de su ser querido y ya sin la plaqueta que habían dejado los ingleses, sino con la nueva plaqueta en la que aparecen los datos del soldado fallecido. Ver eso es muy impactante. Lo que primero que salta a la vista cuando uno observa ese fenómeno es el alivio que experimentan los deudos; algo muy parecido sucede con los familiares de los detenidos desaparecidos”.
En marzo de 2019 llegan a 110 los soldados identificados.
Para Virginia “ver a esas madres llegar al cementerio a ‘volver a estar cerca’ de sus hijos después de más de 35 años, es como ver terminada la parte de mi trabajo que comenzó cuando las contactamos y comenzamos a recorrer ese camino. Ellos transitaron esa ausencia del cuerpo. La mayoría de los soldados que identificamos eran de Chaco, Corrientes y Formosa; lugares donde estuvimos para hacer nuestro trabajo y donde la temperatura llega a los 45 grados y que se contrasta con el frío de las Malvinas”.
600 desaparecidos de la dictadura
Dentro de la tarea que lleva adelante el EAAF aparece el haber identificado a 795 desaparecidos de la dictadura militar. Pero sucede que los cuerpos sobre los que se ha trabajado son 1400, por lo que hay 600 que aún no cuentan con identificación.
El organismo lanzó una campaña para dar con los que faltan. Ese fue otro de los temas que trató Virginia en su visita a Mendoza.
En ese sentido, a principios de este mes el organismo lanzó una campaña para dar con los que faltan. Ese fue otro de los temas que trató Virginia Urquizu en su visita a Mendoza.
“Los procesos de búsqueda con los familiares son complejos e incluso difieren con cada persona y con cada familia”, cuenta la antropóloga.
“No se busca del mismo modo a un hijo, a un padre, a un hermano o a un sobrino. Por eso le decimos a cada familiar que con una muestra de sangre que dejen están abriendo una posibilidad”.
Ocurre algo extraño: “existen familias que llamaron en 2007, que fue cuando comenzó el trabajo, y al día de hoy no han ido a hacerse la muestra. Como se trata de una medida voluntaria no podemos hacer nada. Pero estamos en condiciones de asegurar que entre los 600 que no han sido identificados debe haber casos de personas que desconocen cómo hacer para dar con un ser querido que fue desaparecido durante la dictadura”.
Para eso, el 24 de marzo pasado, el organismo habiltó el 0800-3453-ADN (236) que funciona de lunes a viernes de 9 a 16 horas.
Prestigio mundial
El El Equipo Argentino de Antropología Forense es una organización científica, no gubernamental y sin fines de lucro que aplica las ciencias forenses a la investigación de violaciones a los derechos humanos en el mundo. Se formó en 1984 con el fin de investigar los casos de personas desaparecidas en Argentina durante la última dictadura militar (1976-1983).
Con una labor reconocida internacionalmente, el EAAF viene trabajando en el hallazgo de fosas clandestinas de la dictadura, la recuperación e identificación de desaparecidos, pero también en casos como la AMIA, el caso Maldonado y la identificación de soldados enterrados en el cementerio de Darwin, en las Malvinas.