El 16 de diciembre de 1965, siendo presidente argentino el Dr. Arturo Illia, la Asamblea General de Naciones Unidas por 94 votos a favor, 14 abstenciones, y ningún sufragio en contra, aprobó la resolución 2065, bisagra para el conflicto abierto de Malvinas entre el Reino Unido y la Argentina, disponiendo que "… deberían considerar 'los intereses' y no 'los deseos'" (wishes) de los isleños y que "… las islas deberían nombrarse tanto en español como en inglés".
Tiempo después el embajador Henry Holer y el diplomático argentino Carlos Ortiz de Rozas, reunidos en Londres, y luego en la Argentina, firmaron la Declaración conjunta de 1 de Julio 1971 por la cual:
* Se otorgaría una tarjeta blanca para que isleños y argentinos se desplazaran libremente entre las islas y el continente.
* La petrolera argentina YPF abastecería de combustible a isleños y argentinos.
* Se construiría en las islas una pista de aterrizaje para que la línea estatal LADE realizara dos vuelos semanales.
* Maestras argentinas se instalarían en las islas para enseñar castellano.
* Se instrumentaría un fluido sistema de becas e intercambio entre estudiantes.
Se había roto el aislamiento en beneficio de ambas partes.
Al poco tiempo los británicos remitieron los documentos al Pte. Juan Domingo Perón conteniendo:
1) Una propuesta de condominio sobre las islas.
2) Los gobernadores de las islas serían alternados entre un argentino y un británico.
El canciller Alberto Vignes se lo llevó a Perón y éste manifestó: "Hay que aceptar de inmediato, pues una vez que pongamos el pie en las islas no nos vamos más".
Perón falleció a las pocas semanas sin lograrse llevar al recuerdo a la acción.
Al asumir la dictadura militar en la Argentina en 1976, el acuerdo entró en un cono de sombras, hasta que Galtieri, subvirtiendo el derecho interno sobre el derecho internacional, militarizó el conflicto improvisadamente que culminó con una vergonzante derrota que aún mantiene en duelo a los argentinos.
Mario Francisco Evans - DNI 10.350.264