Malbec con “M” de Mendoza

Imposible leer la nota que festeja a la cepa sin una copa al lado, ¡salud!

Malbec con “M” de Mendoza

¡Salud! nuevamente, hoy celebramos el día de nuestra cepa insignia ya que el 17 de abril de 1853, fue el año en que el Malbec llegó a nuestro país, peregrinaje en el que mucho tuvo que ver el gobernador de Mendoza, Pedro Pascual Segura. Por aquellos días se presentó un proyecto ante la Legislatura Provincial para  fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura. Proyecto aprobado el 6 de setiembre del mismo año.

Los datos de las páginas provinciales señalan que la gestión del investigador Miguel Pouget en la Quinta Normal de Mendoza fue vital para el desarrollo de la cepa por aquí. Por esta razón Wines of Argentina instituyó al 17 de abril para celebrar el Malbec World Day,  emblema de nuestro país a nivel mundial.

Durante los últimos años, poco más de una década, el Malbec ocupa su merecido lugar en el mundo vitivinícola y llevó a nuestro país a lo más alto del podio de los mejores vinos del orbe. Grandes inversiones, bodegas modelo, boutique, mega apuestas arquitectónicas que mucho tienen que ver con el arte y antiguos métodos de producción aunque con alta tecnología, desarrollo, investigación e innovación,  junto al turismo enológico colocaron a Mendoza en el sitio dilecto para plantar y degustar la cepa.

De la mano del Malbec, con "M" de Mendoza, la provincia se consagró como una de las  Grandes Capitales del Vino (Great Wine Capitales) a la que ingresó a mediados del 2000. De ahí en más la gastronomía, el turismo especializado y hasta la planificación de la producción mendocina acompañó al fenómeno. Son más de 100 bodegas las que tienen sus puertas abiertas a visitantes, ellas reciben a más de 1 millón de turistas al año. Restaurantes, visitors center, la posibilidad de cosechar, hacer los propios vinos, etiquetarlos y por supuesto degustarlos y maridarlos, desparramó el amor por la “M” en la tierra del sol y del buen vino.

Haciendo honor a la historia hay que destacar que el Malbec tiene largo trayecto en nuestros terruños, arribó desde Francia a finales del 1800, fue a partir de los 90 cuando de la mano de Nicolás Catena de Catena Zapata se rescata al varietal y a su nombre extraviado entre otros cepajes. Ya en las puertas del nuevo milenio, la cosa había cambiado y la expansión parecía no tener límite. Y hoy sabemos que no lo tiene, "la altura, la temperatura, la variedad de los suelos, el régimen de lluvias, las horas de sol, el manejo de canopia (follaje) y el tipo de conducción, además de la cultura y las personas de cada lugar, influyen 100% en el perfil de un vino. En el Sur (Patagonia) se destaca la elegancia y personalidad, lograda por bodegas que elaboran pequeñas cantidades de Malbec. En el Norte el manejo se hace difícil por la altura y las horas/sol, pero existen ejemplares dignos de elogio. En San Juan encontramos Malbecs de gran calidad, con gran equilibrio entre madurez y mineralidad como los del célebre Valle del Pedernal" explica la Sommelier y periodista Gabriela Malizia.

Mendoza es "la" zona del Malbec, con suelos, climas y alturas diversas; desde los elegantes y maduros vinos de Luján de Cuyo, hasta los desafiantes, violáceos y minerales Malbec de la zona de Valle de Uco, donde ya encontramos zonas, regiones y hasta micro-regiones diferenciadas, incluso parcelas específicamente señaladas que darán vinos distintos a las situada a pocos metros, por su particularísimo tipo de suelo. Si bien hay muchos premiados y onerosos, hay muchos otros al alcance de todos y de excelente calidad, hoy descorche uno y festeje.

TIPS: Sale tapas y picada con Malbec

Sabemos que el maridaje consiste en combinar correctamente los aromas, sabores y texturas de bebidas y de comida. El contraste y la complementación son muy buscados para emular intensidades de sabores o incluso enfrentarlas, pero siempre en un juego de equilibrios para que ningún elemento opaque al otro, sino que los amigue. En los restaurantes y bodegas mendocinas ofrecen picadas y tapas exquisitas que se enamoran de nuestro Malbec. Pero en casa también podemos armar algunas a medida.

Una copa de Malbec con cubitos de queso azul o Roquefort, nueces partidas a la mitad y frescas uvas algo simple y que crea momentos especiales. Habrá que agregar algunos panes, otros quesos duros como parmesano, los quesos ahumados de vaca o de cabra y la muzzarella también van muy bien con nuestra cepa estrella, en este caso vinos más complejos y de crianza. Esto es porque la intensidad de la comida debe ser acorde a la intensidad del vino. Por ejemplo una copa de nuestro vino con una rodaja de pan tostado  con un toque de aceite de oliva, trocitos de tomates deshidratados y queso de cabra es ideal para un caldo que pasó al menos 6 meses en barrica.

En la picada se puede servir algo muy especial como tostadas con tapenade, mollejitas acarameladas, conejo a la cacerola, magret de pato, pollo de campo, hongos confite. También algo muy simple como quesos duros, frutos secos, grisines,  pasta de aceitunas, tomatitos en aceite de oliva, empanaditas y pollo a la provenzal hecho en casa.

También va muy bien con carnes a la parrilla, cordero y comidas especiadas como la humita o los tacos mexicanos, platos hindúes y ni qué hablar de las empanadas mendocinas. La idea es jugar, siempre probar y elegir a su gusto, porque no hay mejor opción, que la propia.

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