Se trata de Juan Mussa, propietario de la escuela Diamantina. Su reclamo lo hizo en la plaza San Martín, frente al ingreso del edificio municipal y hasta allí se acercó el secretario de Gobierno Carlos Vázquez. Desde la Dirección General de Escuelas le cerraron el colegio.
En diálogo con Los Andes el vocero de la municipalidad explicó que es un tema que le corresponde a la Dirección General de Escuelas y agregó que desde la municipalidad han tratado de dar solución al problema.
“Esto no es un tema de ayer, ya viene desde noviembre y se le han hecho llegar al señor Mussa notas por distintos temas, como pedagógico e infraestructura y no cumplimentados estos requisitos la Dirección General de Escuelas ha procedido a cerrar la escuela,” sostuvo el funcionario.
Teniendo en cuenta que esta escuela ya estaba funcionando, Vázquez agregó: “He hablado con la directora de gestión inicial donde ella me asegura que los 50 chicos van a tener banco en otros colegios”. El funcionario comentó además que desde el municipio han colaborado con un subsidio.
Por su parte, el docente Juan Mussa sostuvo que él ya tenía la habilitación municipal, que había sido aceptada por la DGE, entre otras habilitaciones, y a partir de noviembre se comenzaron a realizar “acciones para ver cómo podían cerrar la escuela”.
Según Mussa desde la Dirección de Escuela le sugirieron cambios: “Lo único que reconozco es que no levantamos un techo del garaje, que no lo levantamos, entonces como no tenía tiempo para desarmarlo lo anulamos, y trabajamos con un aula grande y tres chiquitas, y dos cursos: uno de 4 y otro de 5 años, para no cerrar la escuela.”
En tanto que sobre las otras modificaciones solicitadas el docente dueño de la escuela comentó: “Las hicimos y resulta que esta mañana cuando vengo (a la municipalidad) a buscar la habilitación me dan un certificado que es de no habilitalidad y el del año pasado decía que me habilitaban a que funcionara la escuela. Es decir, no entiendo cómo la municipalidad da un certificado de habitabilidad en febrero del 2016 y con todos los adelantamos que hicimos ahora en el 2017 dicen que el edificio no reúne ni las mínimas condiciones para funcionar como escuela.”
Mussa cuestionó que el problema está entre la Dirección General de Escuelas y la municipalidad: “Se tiran la pelota entre ellos y no dan una solución”.
El cierre de la escuela se realizó ayer y sobre esto Juan Mussa añadió: “Mandaron desde la DGE a una supervisora y nos cerraron la escuela, se llevaron todo el material, los libros y las cosas de los chicos.”
Para hoy está previsto que Juan Mussa muestre nuevamente las instalaciones de la escuela y asistirá el secretario de gobierno, junto a los inspectores y allí se evaluará la habilitación.
Una enseñanza distinta
El 25 de septiembre, la DGE reconoció a la Escuela Diamantina como parte del sistema educativo oficial. Su creador es Juan Antonio Mussa. En 2016 se abrió solo el nivel inicial, es decir las salas para 4 y 5 años. El establecimiento funcionaba en la calle Llancanelo 830, del departamento sureño.
Los contenidos que se enseñaban son iguales a los de todas las otras escuelas, solo que se utilizan estrategias y técnicas de enseñanza especiales, basadas en tres pilares fundamentales: el manejo de las emociones, el desarrollo de la creatividad y los lenguajes artísticos, y un enfoque transdisciplinar en el que se conjugan múltiples niveles de percepción, pensamiento complejo y niveles de caos, donde las condiciones de inicio definen las finales.
Si bien era una escuela privada de acceso gratuito, en la que no se pagaban cuotas mensuales, aunque se solicitaba a los padres un aporte mensual voluntario para gastos de funcionamiento.
El objetivo del docente y escritor Juan Mussa era llevar adelante una escuela no elitista, sino que a través de la educación emocional y el trabajo con la creatividad buscaban mejorar no solo el aprendizaje, sino el comportamiento de los niños.
