El departamento de Malargüe es el más austral y extenso de la provincia y el segundo más grande de toda la Argentina, con 41.317 kilómetros cuadrados.
Cubrir ese amplio territorio no es tarea fácil y en algunos casos los pobladores de la zona rural suelen quedar desprovistos de distintos servicios públicos, como la salud. Lauro Castillo es médico y contó cómo se trabaja campo adentro en la precordillera y con pocos recursos.
Castillo presta servicios desde hace 10 años en Malargüe. Antes trabajó en Córdoba, Buenos Aires y San Rafael. Desde hace 9 años que se desempeña en el Área Sanitaria del departamento y presta servicios como director médico en toda la zona de Río Grande. La jurisdicción abarca desde Las Loicas (límite con Chile) hasta El Alambrado, incluyendo a Bardas Blancas y El Manzano.
La base de su trabajo está en el Centro de Salud de Bardas Blancas y desde allí, en una ambulancia, recorre la zona en base al circuito ya programado, o según las urgencias. Un punto a tener en cuenta es que este médico sólo hace este trabajo 8 días al mes, es decir, 4 días semana de por medio.
“Desde hace varios años que tenemos carencias en cuanto a los recursos, para brindar a los pobladores el servicio completo de lo que requiere la atención primaria de la salud y eventuales urgencias, ya que son muchos kilómetros de extensión”, señaló. Además destacó que el mayor problema ha sido la medicalización permanente que “nunca la hubo”, sumada al transporte que “siempre fue carenciado”.
Los pobladores juntaron firmas para enviar una nota, que nunca llegó a destino, según Castillo, por gente mal intencionada que la rompió. Es que en Bardas Blancas hay sólo una ambulancia para cubrir la zona y en Las Loicas hay otra, pero cuando uno de esos vehículos se debe trasladar, los pobladores quedan sin ese servicio.
“Si uno tiene una ambulancia para Bardas Blancas, donde hay 600 habitantes y hay que salir a asistir personas a unos 200 km, terminamos desprotegiendo la zona de Bardas Blancas”, cuestionó Castillo. A lo que agregó: “Si tuviéramos una ambulancia en El Alambrado el servicio sería distinto”.
A esto se suma que las dos ambulancias mencionadas son comunes, tipo furgón, por lo que no son aptas para la zona. “A veces cuando vamos a los puestos tenemos que ir sacando piedras o en ciertos sectores no podemos pasar, porque el vehículo puede quedar colgado, por ejemplo”, explicó.
El médico cuestionó la descontextualización que existe: “Si el Estado quiere garantizar una salud pública, tiene que entender las diferentes culturas sociales que tenemos. En Malargüe el puestero vive totalmente diferente a lo que es la ciudad. Es una persona que no tiene cultura de salud, de prevención. Si queremos garantizar salud a esa gente, tenemos que entender su idiosincrasia, que está metida en el medio de la cordillera, bebe agua de vertiente, con baño a veces a la intemperie o sin baño, comiendo más carne que otra cosa”.
Recalcó que se debería brindar la atención primaria a los pobladores de la zona rural de Malargüe, pero para ello necesitan recursos. “Siempre pedimos una ambulancia 4x4 que se adhiera al terreno”, comentó. También explicó que se debe capacitar al agente sanitario, que es el que realiza las visitas en los distintos puestos.
“Las carencias son muchas. Siempre somos la última plantita del surco y no responden a nuestros pedidos. A raíz de esto se suscitan muchas situaciones”, reclamó.
Castillo hace guardia ocho días al mes, cuatro días semana por medio, pero el resto la zona queda sin atención. Si bien hay un servicio que suele frecuentar el lugar con un médico clínico, un ginecólogo y un oculista, esa visita es sólo una vez por mes.
El trabajo de los agentes sanitarios es fundamental en la zona, ya que su labor consiste en recorrer el campo y recolectar datos, mediante planillas. Las visitas en los puestos son una vez por mes. En base a esa información después el médico hace su recorrido. “El médico responde con el pedido pero los recursos nunca alcanzan”, concluyó Castillo.
"Es posible que sumemos dos médicos"
El responsable del Área Sanitaria Malargüe, Alfredo Martínez, explicó que están realizando gestiones para sumar médicos y cubrir la demanda en la zona rural.
“Es posible que sumemos dos nuevos médicos. Siempre fue mi prioridad el campo”, afirmó. En caso de lograrlo, esos dos profesionales también trabajarían con el cronograma de 4 días semana de por medio.
Sobre la falta de medicamentos que acusó Castillo, el funcionario desmintió esa situación: “En algún momento pudo haber pasado que faltó medicación por problemas con el transporte, pero cuando falta se consigue”.
Mientras, sobre la necesidad de ambulancias acordes para la zona y un nuevo vehículo para El Alambrado, reconoció que las que hay no son aptas. También que no tienen contratos habilitados para sumar nuevos trabajadores, en caso de llegar a sumar un vehículo.