El mercado financiero dio una señal preocupante ayer al Gobierno nacional: le dobló el brazo al gobernador de la provincia más grande del país y le aceptó en menos del 10% el reperfilamiento de los bonos AF20 a la Nación.
El 13 de febrero vence el equivalente a unos 1.637 millones de dólares del bono dual AF20 (en pesos y en moneda extranjera). El objetivo del Gobierno era patear lo máximo posible de ese título a dieciocho meses, por lo que ofreció cuatro papeles a los acreedores.
Pero en la operación que comenzó el lunes y terminó ayer hubo 99 ofertas por un total de sólo 164 millones de dólares, es decir, el 9,8% del total canjeable. Es un rechazo parcial a la iniciativa. Ahora los bonistas esperan cobrar en tiempo y forma más de 1.400 millones de dólares.
El Ministerio de Economía sostuvo que la operación redundó en una reducción del stock de deuda de 7,1 millones de dólares y una extensión de plazos en términos de vida promedio calculado a la fecha de liquidación.
Mientras se llevaba adelante el canje, ayer el AF20 en pesos subió 5,82% y el AF20 en dólares escaló 5,6%. Esto se dio en una jornada en la que casi todos los activos del país mejoraron y el riesgo país bajó 6,2% a 1.891 puntos básicos.
El indicador, que reporta la sobretasa que debe abonar la Argentina si emitiera deuda en el exterior, volvió a niveles del 21 de enero cuando empezó el tembladeral financiero por las dudas que generaba la crisis de la deuda de Buenos Aires.
El indicador de riesgo -que elabora la banca estadounidense JP Morgan- se encuentra 641 puntos por debajo del pico alcanzado el 30 de agosto pasado (tras las elecciones primarias) con 2.532 puntos.
El caso bonaerense
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, anunció ayer que su gestión pagará finalmente el total del vencimiento de capital del bono BP21 por 250 millones de dólares con recursos propios y lanzó la reestructuración de todo el pasivo provincial en moneda extranjera.
Kicillof tomó la decisión después de que fracasara su estrategia para postergar al menos el 70% del capital hasta el 1 de mayo, cuando estimaba tener lista una propuesta de reestructuración integral de la deuda bonaerense.
El fondo de inversión Fidelity, el más grande del mundo, se puso firme y no aceptó la propuesta oficial. Pidió cobrar todo y ofreció hacerlo en cuotas, siempre que el plazo se acortara y no fuera mayo. El gobernador se negó.
Como sin la adhesión de ese fondo no se llegaba al 75% que ordenan los contratos del bono, la estrategia oficial fracasó y la provincia iba a caer en default mañana. La decisión política fue, finalmente, pagar.
Este cambio fue definido mientras el presidente Alberto Fernández recorría Europa buscando apoyo de sus pares para la negociación con el Fondo Monetario Internacional, cuya directora gerente, Kristalina Georgieva, se reunió ayer con el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Para ello, Kicillof usará los 9.700 millones de pesos que colocó en el mercado el viernes de la semana pasada. Ayer ya compró divisas al Banco Central, que vio caer sus reservas en unos 136 millones, hasta los 44.632 millones de dólares.
Esos dólares Kicillof los sumará a un resto de unos 126 millones que dejó en caja la gestión de María Eugenia Vidal. Tiene que juntar en total 277 millones de dólares, dado que son 250 millones de capital y 27 de intereses, según dijo el mandatario.