Cuando un profesional de la salud comete una negligencia médica las consecuencias pueden ser fatales: esta presión que recae sobre los especialistas se multiplica por el riesgo que existe de ser demandados por mala praxis, una práctica cada vez más frecuente en la Argentina debido a la difusión de numerosos casos en los medios de comunicación. La búsqueda de justicia y/o rédito económico ha incrementado el número de denuncias en los últimos años, mostrando un crecimiento sostenido que no parece vaya a detenerse en el corto o mediano plazo.
Un profesional médico que, por imprudencia, negligencia, impericia en su profesión o inobservancia de los reglamentos o de los deberes de su cargo, provocara la muerte a un paciente, podría ser castigado con un máximo de 5 años de prisión e inhabilitación especial de hasta 10 años.
La difusión que han tenido muchos juicios de mala praxis ha encendido una luz de alerta en instituciones, por lo que han tomado cartas en el asunto: actualmente exigen a los pacientes la firma de un formulario de internación en el que se liberan de cualquier responsabilidad, liberándose de la posibilidad de recibir una demanda.
¿Cuántas demandas por mala praxis se registran en la Argentina? ¿Cuántas de estas denuncias prosperan?