En una noche para el olvido, más allá de rescatar una igualdad, el Deportivo Maipú desperdició una gran chance de quedar como único puntero del torneo tras el empate 2-2 con Unión Aconquija, quien le dio una cachetada en el capítulo inicial.
Porque el Cruzado parecía seguir pavoneándose con la clasificación por Copa Argentina y durmió toda la etapa. La visita, con solo 4 jugadores en su banco de suplentes, corrió, metió y jugó tal como lo pide su momento y encontró su premio sobre los 21’ con una definición cruzada de Izaguirre.
Antes tuvo otra chance el goleador, pero Tello le puso las manos a un cabezazo a quemarropa dentro del área chica. Con Amaya impreciso (y lesionado), no hubo conducción y el local padeció una anemia ofensiva alarmante, pese a tener tres hombres de punta.
Los minutos pasaban y la impaciencia comenzaba a rondar por el Higinio Sperdutti. El primer tiempo se iba con la sorpresiva caída parcial. Ni siquiera González encontró su espacio sobre las bandas. Así, Maipú sumó confusión y resto momentos de fútbol.
Para colmo, en el complemento, antes del minuto, el Estanciero le dio otro golpe al Botellero, aunque está vez hubo reacción. Rápido descuento de García sobre los 16’ y empate del Mágico sobre los 20’.
El Cruzado ahora encontraba precisión y espacios para atacar.
Y fue a buscar el triunfo. Unión Aconquija se replegó después de la expulsión de Brito y aguantó como pudo las embestidas del Botellero, que mereció un poco más tras los remates de Persia que dieron en el travesaño.
Esa levantada final trajo algo de tranquilidad, aunque la bronca fue por haber regalado más que un tiempo.
