Del sueño de aspirar a ser de Primera y enfrentar a Boca y River, a la peor pesadilla. En un abrir y cerrar de ojos, Deportivo Maipú se despidió con mucha pena y casi nada de gloria de la segunda división del fútbol argentino y se sumió en una crisis deportiva y financiera de la que recién pudo salir varios años después.
De la mano de una nefasta gestión dirigencial, que tuvo como presidente al empresario musical Juan Carlos Videla, el Club Deportivo Maipú se endeudó desmesuradamente con contratos leoninos a futbolistas de jerarquía (Ereros, Corona, Cánova, Juárez, Arzubialde) que llegaron para dicho torneo y cuya falta de pago derivó en el inicio del juicio solicitado por “Guillermo Panaro y otros”, en 1992 y se concluyó con el pedido de quiebra y posterior remate el 5 de junio de 1998, por la 6ta Cámara de Trabajo de Mendoza. El juicio tuvo una base de $ 174.470,80 pero el monto ofertado por el Contador Daniel Sadofschi (representante de Generar S.A) fue de $ 50.100.
Tras un largo peregrinar en la temporada 91/92, que comenzó con Ramos Delgado, continuó con ‘Pocho’ Herrera y culminó con Víctor Milanese Comisso en la dirección técnica, Maipú perdió la categoría cuatro fechas antes del final del campeonato, frente a Defensa y Justicia (0-1) en Florencio Varela. Y como suele suceder en estos casos, en los últimos partidos, los pibes del semillero sacaron la cara.
Triste, solitario y final...