Deportivo Maipú venció como local a San Lorenzo de Catamarca por 3 a 1, en un accidentado partido que tuvo de todos los condimentos y emociones.
Este Cruzado de grandes ambiciones volvió a tener un arranque furioso y luego se fue desdibujando frente al vértigo que le propuso la visita.
Pasó de ganar cómodamente 2-0 a sufrir el descuento del "Azulgrana", sin poder controlar el ritmo del encuentro. Todo eso en el cuarto de hora inicial. Los goles de Agost y Martínez Schmidt (golazo) fueron la confirmación de que la presión alta, jugando casi mano a mano en todos los sectores del campo, era la clave.
San Lorenzo respondió colocando un tercera punta para jugar hombre a hombre con los tres defensores locales y le dio resultado.
El festejo de Zúñiga fue un cachetazo inesperado y un llamado de atención para el Botellero. Ni la presencia de García como enlace le dio resultado. Cada recupero local finalizaba con un lanzamiento largo que casi nunca prosperó. El vértigo le convenía a los catamarqueños. Y Maipú lo sufrió hasta el final de la etapa, aunque pudo ampliar la ventaja pero Caffaratti le dijo que no a Capurro.
El "movete Cruzado, movete" que cayó desde la tribuna mientras San Lorenzo se perdía dos chances clarísimas frente a Basabe marcaban el flojo momento local y los fantasmas del empate frente a Estudiantes (SL) sobrevolaron calle Vergara. Maipú no tenía el balón y la visita lo expuso haciendo ancho el campo para atacar.
Ni siquiera las dos expulsiones que sufrió San Lorenzo mejoraron el juego local. Era el tiempo de hacer correr el balón y Maipú no lo hizo. "A uno de blanco", pedía un hincha para marcar las imprecisiones en el Botellero, que defendía muy cerca de su área.
Sobre el final, el local encontró el espacio para liquidar la historia desde un penal que anotó Aguirre.
Buen triunfo que le devolvió la punta por el empate de Estudiantes (RC) en San Luis. Ahora debe mejorar, más porque la próxima fecha la tiene libre y sus rivales sumarán puntos seguramente. El torneo entra en una etapa de definiciones, de aquí a fin de año.
La figura
Martínez Schmidt: Le alcanzó con el primer tiempo para ser el mejor. Se proyectó siempre y además marcó el segundo.
