Maipú: un fenómeno imbatible

Maipú: un fenómeno imbatible
Maipú: un fenómeno imbatible

Habían pasado horas de la consagración anual 2015 de la Municipalidad de Maipú. Sus jugadores. Los héroes, visitaban la redacción de Más Deportes.

Habían conquistado su estrella número 24 desde el año 2003. Sin dudas, un hecho histórico.

Por aquel entonces, las páginas del suplemento Más Deportes, decían lo siguiente: "Parecen extraterrestres. No tienen rival en la tierra del sol del buen vino. Ganan, ganan, ganan y ganan. Figurita repetida. Estamos hablando de la Municipalidad de Maipú, equipo que logró su octavo título anual en forma consecutiva. Histórico y récord absoluto en la disciplina a nivel provincial. Atrás quedaron esos años dorados de Regatas, UNCuyo o San Lorenzo de Russell. Merced a sus vueltas olímpicas, Maipú es sinónimo de Mendoza a nivel nacional. Y en nuestra provincia, es sinónimo de campeón.

Mucho tiene que ver como se respira balonmano en el departamento de Maipú. En los colegios, es el deporte preferido de todos. Por esta razón, al Ribosqui llueven chicos con la pasión del hándbol. Después, se detecta los talentos y se los trabaja profesionalmente”.

Dos años más tarde, el monopolio de la Muni de Maipú continúa intacto. Es que a esas 24 estrellas hay que sumarles cuatro más: Apertura, Clausura y Anual 2016 y Apertura 2017. En estos días, definirá el título del Clausura. Y es el gran candidato de todos. Por equipo, por nombres, por pasión y por mística. En caso de lograrlo, será histórico para el deporte provincial, porque cumplirá 10 años saliendo campeón en forma consecutiva.

La primera estrella llegó allá por el 2008, cuando Maipú rompía la hegemonía de UNCuyo. A partir de ese momento, el equipo nacido en las entrañas del “Ribosqui” no paró más. Uno de de sus pilares fundamentales es Gustavo “Gaso” Becerra, quien en diálogo con Más Deportes, explicó este fenómeno: “Antes que nada, este presente de Maipú se debe a que en la institución se trabaja de una manera especial. Existe un sentido de pertenencia único. La base de este plantel multicampeón, en sus divisiones formativas, no tuvieron el espejo ganador que ellos si han generado para los chicos que juegan en las divisiones menores. Cada torneo fue especial, cada certamen y cada vuelta olímpica tiene un condimento extra. Allá por el 2008, lo importante fue llegar. Tocar el cielo con las manos, inmediatamente, nos pusimos como objetivo mantenernos en los más alto, y se logró con creces. Es una mística que se transmite de generación en generación. Los entrenamientos son especiales. Intentamos mejorar siempre para poder plasmarlo luego en los partidos. El sueño es lograr un título a nivel Nacional. Sería algo fantástico para coronar un trabajo profesional, que tuvo sus frutos a corto, mediano y largo plazo”.

Otro de los máximos responsable de este presente furioso del balonmano de la Municipalidad de Maipú  es Dante Ortega, quien en su visita a Más Deportes explicó:

“En la actualidad, Maipú marca grandes diferencias con el resto. La clave pasa porque todos los entrenadores y docentes, trabajamos para formar jugadores a futura.

La brecha crece cada vez más. Hay, clubes que han reaccionado y están trabajando muy bien. Maipú tiene todas las categorías formativas y en casi todas, se logran resultados positivos. Maipú, hoy, tiene la obligación de mostrar todo su poderío a nivel nacional”.

Los propios jugadores de este fenómeno llamado Municipalidad de Maipú, reconocen que por momentos, no tienen rivales en la provincia. Por ejemplo, Galo Chaves, expresa: “desde hace siete años que el grupo se siente imbatible. Somos amigos y tenemos la misma pasión. Desde chicos, estamos dentro del Poli jugando a lo que más nos gusta. Y nosotros transmitimos ese amor por el deporte y la camiseta. Entonces, los chicos que se suman  entienden esta mística de campeón que parece no tener final”.

Como en la cancha, cada movimiento, gesto, risa de cada integrante del plantel, es interpretada por el otro casi de memoria. Es un verdadero grupo de amigos. Y la amistad más el talento, son las clave para lograr grandes cosas.

Un jugador que dejó su huella en Maipú, fue el experimentado arquero Alejandro Partucci, hoy, trabajando en ETIEC, otro cantera inagotable de talentos del departamento. Tras los títulos del año 2015, manifestó: “Este grupo tiene una magia especial. Es algo que no se puede explicar. Tarde o temprano, terminamos inclinando la balanza a nuestro favor. Es una mística que logró el grupo y la tira sobre la marcha. Considero, que la relación que se genera afuera de la cancha, con su sentido de pertenencia en su máxima expresión, son vitales para mantenerse arriba tanto tiempo”.

El fenómeno Maipú continúa escribiendo capítulos de oro. La tinta no se acaba. Su grito de campeón es constante. Una mística que se transmite de generación en generación.

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