Ni Maidana-Mayweather ni Maravilla-Cotto: Messi-Cristiano, la pelea esperada

Argentina y Portugal podrían enfrentarse en cuartos de final, en Brasilia. Si ese duelo se concreta, ver cara a cara a los poseedores de los últimos seis Balón de Oro (4 de Leo y 2 de CR7) será la gran atracción, sólo superada por la final. Por Fabián Gal

Ni Maidana-Mayweather ni Maravilla-Cotto: Messi-Cristiano, la pelea esperada

Leo lleva el balón y Cristiano busca detenerlo. Fue en 2011. ¿Será también en 2014?

Leo lleva el balón y Cristiano busca detenerlo. Fue en 2011. ¿Será también en 2014?

Desde hace seis años y medio que la hegemonía de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo respecto de ocupar los dos primeros lugares - en ese orden - del más alto plano de performance futbolística mundial está fuera de discusión.

Entre los dos se han repartido seis Balón de Oro con absoluta justicia: Leo lo ganó en 2009, 2010, 2011 y 2012; CR7 en 2008 y 2013. Mega futbolistas de la talla de Ibrahimovic, Iniesta, Casillas, Ribery, Neymar, Xavi o Luis Suárez, por ejemplo, han quedado por debajo del argentino y del portugués.

Sin embargo, la asignatura pendiente de los astros del Barcelona y del Real Madrid, respectivamente, está en consagrarse como Mejor Jugador de un Mundial, ya que no lo lograron tanto en Alemania 2006 (Cannavaro) como en Sudáfrica 2010 (Forlán). En Brasil, dentro de un mes, sólo uno tendrá la oportunidad de lograrlo.

Si bien la lógica no siempre camina de la mano con el fútbol, lo cierto es que existen posibilidades reales de que Messi y Cristiano se enfrenten cara a cara en el duelo más esperado de la próxima Copa del Mundo, con excepción de la gran final.

El propio sorteo lo determinó, en diciembre pasado: Argentina y Portugal podrían enfrentarse en cuartos de final, en Brasilia. La tendencia marca que las dos selecciones se encontrarían ese 5 de julio en el Estadio Nacional de la capital brasileña si es que no sucede algún imprevisto.

En la previa, para que el choque con los lusitanos sea posible en la tercera fase del Mundial, deberían darse los resultados esperables en primera y segunda ronda.

Esto implica que Argentina gane el Grupo "F", compartido con Bosnia, Irán y Nigeria, y que Portugal se clasifique segundo detrás de Alemania, el gran candidato a liderar el Grupo "G", el cual también integran Ghana y Estados Unidos.

Luego, que los dirigidos por Sabella superen octavos contra el segundo del Grupo "E" (Suiza, Ecuador, Francia y Honduras) y que los conducidos por Bento lo hagan frente al primero del "H" (Bélgica, Argelia, Rusia y Corea del Sur). En ambos casos, dos posibilidades sumamente factibles de concretarse.

El hecho de haber sido contemporáneos marca que cada uno se ha potenciado en referencia al otro, en una puja tan constante como atractiva.

Desde juveniles, ambos se destacaron con una diferencia de jerarquía técnica y de potencialidad de desarrollo que los ponía muy por encima del resto.

A Cristiano Ronaldo, por ejemplo, Alex Ferguson lo observó en un amistoso entre Sporting Lisboa y Manchester United, casi simultáneo a la partida de David Beckham al Real Madrid; el DT escocés encontró en el joven portugués un sustituto ideal para una referencia de los Red Devils como lo era "Becky" y el pase se concretó en 18 millones de euros.

A Leo, en tanto, la última horneada para llegar a la primera de Barcelona se dio en la transición entre la salida de Frank Rijkaard y la llegada de Pep Guardiola, y ya en 2005 tuvo su primera producción consagratoria al integrar el Sub20 argentino que ganó el Mundial de Holanda y en el que la "Pulga" se quedó con el trofeo al Mejor Jugador.

La seguidilla de logros deportivos de ambas megaestrellas ha sido imparable y sería recurrente volver a enumerarlos. Vale señalar, en tanto, que no sólo dentro de los campos de juegos se gestó una supremacía respecto de pares, sino también en el creciente mercado publicitario que el fútbol abrió en los cinco continentes.

De la primera puja entre dos marcas líderes en indumentaria deportiva como Adidas (Messi) y Nike (Cristiano Ronaldo), se amplió el espectro a firmas que buscaron explotar el perfil de cada uno de los futbolistas de acuerdo con su proyección; así, por ejemplo, Leo se convirtió en imagen para Gillette, Dolce e Gabbana, Pepsi y Turkish Airlines, entre otras empresas, mientras que CR7 lo fue en Armani, Castrol, Bimbo y Head & Shoulders.

El hecho llamativo es que Samsung pudo unirlos recientemente en el comercial de futbolistas que arman el equipo de los sueños para conseguir la salvación del planeta. Demás está agregar que ambas figuras son las que más facturan en ingresos publicitarios dentro del mundo del fútbol.

A partir de la inserción de las imágenes de los dos futbolistas más exitosos, la expansión del mercado publicitario es ilimitada. Encima, representan a clubes de dimensión globalizada, de los cuales se puede observar en cualquier parte camisetas de Barcelona y de Real Madrid, sin distinción de edades ni de clases sociales.

Sin embargo, no existe una correlación simétrica respecto de las casacas de las respectivas selecciones argentina y portuguesa, sencillamente porque los enfrentamientos entre ambas naciones están muy lejos de representar un clásico como podrían ser Argentina vs Brasil, Alemania vs Inglaterra o España va Italia.

De ahí que haya tanta expectativa por la posibilidad de que puedan medirse en Brasilia, en un duelo previsto para 70.000 espectadores.

Hubo un antecedente en suelo brasileño, durante la Minicopa 1972. Éste fue un torneo de mucha importancia en su momento, en el que se presentaba el por entonces tricampeón del mundo - sin Pelé - que había brillado dos años antes en México 1970.

Tanto Portugal como Argentina pasaron la primera fase invictos y se enfrentaron en la segunda, con un triunfo lusitano por 3-1. Ésta ha sido la única victoria portuguesa sobre el albiceleste, ya que el historial marca que el seleccionado argentino ganó 5 y hubo un empate.

El antecedente más fresco fue en febrero 2011, en un amistoso disputado en Ginebra y que terminó 2-1 a favor del equipo que por entonces dirigía Sergio Batista. La particularidad era que estaban igualados en uno (Di María y Cristiano Ronaldo) y que en el último minuto hubo un penal para Argentina que Messi cambió por gol.

Previo a la ejecución, los hinchas portugueses - ubicados detrás de ese arco - provocaron a Leo y éste les mostró la camiseta y llevó su dedo índice a la oreja en señal de que no los había escuchado.

Cristiano llega a Brasil con 29 años y Messi cumplirá 27 el próximo 24 de junio, un día antes del choque contra Nigeria, en Porto Alegre, por la primera fase. De concretarse el gran duelo, no habría ninguna expectativa semejante a ese choque hasta la definición de la Copa, prevista para el 13 de julio en el Maracaná. Al estilo de los grandes combates como Maidana-Mayweather o el próximo de "Maravilla" Martínez-Cotto, se convertiría en el máximo impacto mediático.

El portugués debutó con su selección mayor en 2003 (1-0 a Kazajastán) y el argentino lo hizo en 2005 en el fatídico triunfo en Budapest (2-1) sobre Hungría, cuando lo expulsaron a poco de haber ingresado.

Ahora sólo faltan ocho semanas para que los dos dueños de la élite del fútbol mundial tengan la hipotética chance de enfrentarse. Y allí se vería quién será capaz de avanzar hacia el único logro que les falta a sus respectivas carreras: el de coronarse campeón mundial portando la insignia de su país de origen.

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