Los militares venezolanos ordenan filas en los supermercados, custodian camiones de alimentos y cultivan. Ahora fiscalizarán la carga en los puertos y distribuirán la comida. El presidente Nicolás Maduro se apoya en la Fuerza Armada para mitigar la dura escasez.
La noche del martes, Maduro dejó los cinco principales puertos del país al mando de una autoridad militar, como parte de un gigantesco despliegue de soldados en la recién lanzada “Misión de Abastecimiento Soberano”, a cargo del propio ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López.
Acompañado del general del Ejército, Maduro aseguró que el lunes, en el primer día de aplicación de un plan de fiscalización en puertos y empresas de productos básicos, se encontró un “caos” que favorece “la corrupción”.
Entre decenas de cajas de pollos que circulaban en una banda para ser empaquetados, el general Pedro Álvarez precisa que verifican todo: qué tipo de materia prima llega a las empresas, la capacidad instalada y de almacenamiento, a quién está dirigido el producto terminado y a cuáles comercios llega.
“Si se está desviando, nosotros vamos a tomar medidas bien severas. Son las instrucciones. Estamos haciendo verificación de los inventarios, de la maquinaria”, explica a la prensa el comandante de la zona de defensa del estado Miranda.
Maduro, quien enfrenta una baja popularidad, espera que los militares pongan orden a la distribución de mercancías y reduzcan la aguda escasez de más del 80% en alimentos y medicinas que angustia a los venezolanos y provoca largas colas en los supermercados.
“El gobierno debe estar gobernando los puertos: saber qué entra, saber qué sale, saber lo que está ahí y saber a dónde va. Es una guerra.
Por eso se ha colocado al comando de las Fuerzas Armadas al frente de la guerra, como debe ser”, aseguró el vicepresidente Aristóbulo Istúriz, en un foro sobre economía.
El gobierno socialista asegura que los productos se desvían al “bachaqueo” -contrabando y reventa de productos básicos-, que atribuye a una “guerra económica” de empresarios y de la oposición para derrocarlo. “En seis meses vamos a torcerle el cuello a la guerra económica”, aseguró Istúriz.
Pero analistas y empresarios aseguran que el problema es la producción, como consecuencia del control de precios y de la falta de dólares para importar dado el férreo control de divisas que rige desde 2003.
“Esto es el reparto de la escasez, el reparto de lo que no hay. Es imposible que resuelvan el problema si no aumentan la producción. La Fuerza Armada se arriesga porque se adueñará de los costos del desastre económico que existe”, dijo el economista Luis Vicente León, de la encuestadora Datanálisis.
Golpeada por el desplome de los precios del petróleo, Venezuela sufre además la inflación más alta del mundo: 180,9% en 2015 y proyectada por el FMI en 720% para 2016.
“Estamos enfrentando una guerra. No tengo duda que por eso el general Padrino está asumiendo nuevas responsabilidades (...) sabrá cómo batallar”, dijo ayer el ministro de Agricultura, Wílmar Castro, uno de los diez militares que integran el gabinete de 30 ministros.
Según Maduro, la empresa privada controla 93% de la distribución de productos básicos y -afirmó- está “pulverizando” todo el sistema con el acaparamiento y la especulación.
Con su plan, Maduro, a quien la oposición busca sacar del poder mediante un referendo revocatorio, ha ordenado que todos los ministros se subordinen a Padrino López, convertido ahora en uno de los hombres más poderosos de Venezuela.
“Subordinar toda la estructura del Estado a Vladimir Padrino traza el rumbo de Venezuela: el diálogo para la transición será con los militares”, opinó la experta en asuntos de seguridad, Rocío San Miguel.
El presidente del Parlamento -de mayoría opositora-, Henry Ramos Allup, consideró un “requetedisparate entregarles a los militares la última etapa de esta tragedia”. “Es una vergüenza”, subrayó.
Padrino López, un militar de 53 años con fama de fidelidad al chavismo, asegura que no se trata de militarizar la economía, sino de llevar “orden y disciplina”en medio de la “guerra económica”.
El presidente invita a dialogar por quinta vez
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, extendió una invitación para una conversación informal al líder opositor que encabeza la Asamblea Nacional y lamentó que la oposición se resista a activar un gran diálogo nacional promovido por Unasur para acordar soluciones a la crisis política, social y económica que padece el país sudamericano.
“Sabiendo que es por Venezuela yo me despojo de orgullos. Si voy a dialogar, si debemos dialogar, debemos dialogar para buscar la paz, el respeto a la soberanía de Venezuela, la justicia, para buscar la convivencia”, dijo Maduro al extender “por quinta vez la invitación” al diputado opositor Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional.