Venezuela se encuentra cada vez más cerca del abismo. Prueba de ello es que el mes pasado se reportó una inflación diaria de 2,8% que llevó la tasa mensual a 128,4% y la anualizada a 46.305%, de acuerdo con estimaciones de la Asamblea Nacional, que controla la oposición.
Ante este panorama la decisión del gobierno de Maduro fue al menos controversial pensando en bajar la hiperinflación en la que se encuentra sumido el país: eliminar cinco ceros al bolívar, dos más de los que estaban previsto.
Esta decisión ha desatado dudas y temores entre los venezolanos que temen que la medida podría alentar el aumento de los servicios públicos y la gasolina, haciendo realidad las proyecciones inflacionarias del Fondo Monetario Internacional: 1.000.000% al cierre del año, una tasa récord en la región que llevaría el país petrolero a una situación similar a la que enfrentó Alemania en 1923 o Zimbabue en 2008.
El gobierno espera sacar en las próximas dos semanas varios millones de piezas de billetes e incorporar una moneda de 50 céntimos y otra de un bolívar, además de ocho billetes de 2, 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 bolívares.
Los anuncios sobre la reconversión monetaria y el anclaje del bolívar a la moneda virtual del petro generaron críticas entre analistas, empresarios y opositores que estiman que las medidas no ayudarán a superar la crisis que tiende a agravarse ante los problemas que enfrenta la industria petrolera, corazón económico del país, por la caída de la producción y las dificultades financieras.
"Lo que están es quitándole los ceros, pero todo continua igualito", afirmó Asdrúbal González, un carnicero de 66 años, al reconocer que no cree que las medidas anunciadas detengan el vertiginoso avance de los precios que mantiene postrados a millones de venezolanos que tratan de sobrevivir con un salario mínimo de menos de dos dólares al mes en medio de la peor crisis en décadas.
"Esto es una locura porque a dos semanas del inicio de la reconversión no le han enseñado al pueblo cómo quitarle cinco ceros a la moneda, y ¿dónde están los billetes?, y ¿cómo pagamos?", indicó molesta Laura Pérez, una ama de casa de 55 años, mientras recorría un pequeño mercado callejero buscando alimentos a bajos precios para llevar a su casa.
Por su parte, el vicepresidente económico Tareck El Aissami aseguró que la reconversión monetaria permitirá "defender y mejorar" el poder adquisitivo de la clase trabajadora ante la aceleración de los precios. "La guerra económica, la guerra de los precios, la especulación criminal, brutal, tiene su hora y su fin", señaló.
El diputado opositor José Guerra, integrante de la Comisión de Finanzas del Congreso, afirmó que "no hay una sola medida para bajar la hiperinflación" y que en breve tiempo el avance de los precios se comerá el nuevo cono monetario.
Guerra dijo que el gobierno no ha aclarado cómo quedarán las tarifas de los servicios públicos y de transporte, así como la gasolina, que se vende a 6 bolívares (menos de un centavo de dólar) el litro.
Según reveló una encuesta que realizaron el año pasado las tres principales universidades del país, la crisis económica mantiene en la pobreza a 87% de la población, y hace que 9 de cada 10 venezolanos no pueden pagar su alimentación diaria.