Todos los ministros venezolanos pusieron sus cargos a disposición para facilitar una renovación del gobierno, anunció ayer en su cuenta de Twitter el presidente Nicolás Maduro.
"He recibido las cartas todos los ministros poniendo su cargo a la orden para facilitar la renovación del Gobierno en este año que se inicia", escribió el jefe de Estado, quien sucedió a Hugo Chávez, fallecido en marzo de 2013. "Agradezco a todos los ministros por el esfuerzo y la lealtad que han demostrado en estos tiempos de Revolución ¡Chávez Vive! ¡La Patria Sigue!", agregó el presidente.
Maduro, cuyo anuncio se produce en plena conmoción por el asesinato de una reina de belleza y su pareja en una carretera, ganó las presidenciales de abril por un estrecho margen de 1,5% de votos.
El asesinato modificó la agenda venezolana e hizo a un lado la cruzada contra la "guerra económica" del gobierno chavista, que se abocó al problema de la inseguridad y propuso un plan de pacificación en uno de los países más violentos del mundo.
Los asesinatos en Venezuela -según los mida el gobierno o las ONG- van de 39 a 79 al año por cada cien mil habitantes. Esta última cifra sería la segunda más alta del mundo. En números absolutos, la ONG Observatorio Venezolano de la Violencia contabilizó en 2013 más de 24.000 muertes.
Según la reconstrucción de las autoridades, el vehículo de Spear y Berry cayó en una emboscada con fines de robo, ya que se detuvo tras golpear un objeto colocado sobre la autopista de Puerto Cabello a Valencia, la tercera ciudad venezolana.
Tras la conmoción que causó el crimen, quedó en suspenso el anuncio de un mecanismo para fijar los precios de los autos nuevos en Venezuela, que el gobierno prometió realizar el martes en su lucha contra la "inflación inducida", según el presidente Nicolás Maduro, y lo que el gobierno califica como "guerra económica".
También se espera la instauración de una ley para fijar los márgenes de ganancia de todas las etapas de cada cadena de comercialización y modificaciones en la política cambiaria, que desde 2003 impuso un férreo control del cambio para frenar el mercado negro de divisas en el que la tasa oficial de 6,3 bolívares por billete verde se multiplica por diez.
Para León, estas medidas se retomarán en breve. "Las conmociones pasan en un tiempo relativamente corto, pero la semana que viene la gente va a estar hablando de que no consigue leche, azúcar o harina de maíz", dijo.
"El gobierno de Maduro no tiene cómo postergar más el enfrentar graves desajustes económicos, resultado de excesos acumulados por años en lo fiscal, petrolero, monetario y de un viciosos manejo del mercado cambiario", recordó el economista Orlando Ochoa, en su columna en el diario El Universal.
Es que a la inflación, el desabastecimiento y las presiones sobre el mercado de divisas paralelo se suman la caída de reservas (unos 8 mil millones de dólares en 2013), un déficit fiscal estimado entre 15 y 18 puntos del Producto Interno Bruto y una lenta caída en la producción petrolera, que asegura el 95% de las divisas que entran al país.