El presidente venezolano, Nicolás Maduro, condenó una incursión de partidarios del gobierno en la sede del Parlamento, en la que resultaron heridos hoy cinco diputados opositores.
"Yo condeno absolutamente estos hechos, hasta donde los conozco. No voy a ser nunca cómplice de ningún hecho de violencia", dijo Maduro en un desfile militar por el día de la independencia, sin admitir que las personas que irrumpieron en el Legislativo fueran seguidores suyos.
Ante miles de militares en el Fuerte Tiuna, en Caracas, el mandatario se refirió a la incursión como "hechos extraños", de "riñas y violencia", en algunos pasillos del recinto parlamentario.
"No voy a ser nunca cómplice de ningún hecho de violencia"
"He ordenado su investigación y que se haga justicia (...), no acepto violencia de nadie. Condeno todos los hechos de violencia y pido paz, justicia, concordia, armonía", añadió.
El gobernante exigió a la oposición repudiar también los hechos de violencia que se producen en el marco de las protestas que mantiene contra su gobierno desde el 1 de abril, con saldo de 91 muertos, un millar de heridos y más de 3.000 detenidos.
"Quisiera que la derecha condenara el ataque terrorista con bombas y balas, de un criminal que estamos buscando, contra la sede del Tribunal Supremo de Justicia, donde casi asesina a niños, a mujeres y a trabajadores", sostuvo.
El jefe de Estado se refería a un hecho ocurrido el 27 de junio, en que un policía lanzó cuatro granadas contra la sede del TSJ y disparó hacia el ministerio de Interior, desde un helicóptero que ya fue recuperado.
El hombre, identificado como Óscar Pérez, se encuentra prófugo, pero ayer reapareció en un video en el que llamó a mantener las protestas contra Maduro, que denuncia el caso como un intento golpista.