Los ojos del todo el mundo estarán puestos, otra vez, en el estadio Santiago Bernabéu. El próximo domingo 9 de diciembre, River Plate y Boca Juniors jugarán la vuelta de la final de la Copa Libertadores en la casa del Real Madrid.
A pesar del vergonzoso momento vivido en el último fin de semana con la suspensión del Superclásico, la intención de la Conmebol, desde el principio, fue jugar el partido decisivo del certamen continental más importante a nivel de clubes.
Luego de barajar varias posibilidades, como Asunción, Miami y hasta Doha, ayer se confirmó que la capital española albergará el cotejo de vuelta entre los equipos más importantes de nuestro país. Insólito para algunos, un sueño para otros.
Desde España, fuentes policiales aseguraron que el diseño del dispositivo se encuentra en una fase "muy preliminar", debido a que recién ayer la Confederación Sudamericana de Fútbol comunicó la elección del estadio del Merengue, con el visto bueno de la FIFA, la UEFA y la Federación española.
Alejandro Domínguez, presidente de la entidad radicada en Luque, Paraguay, ha confirmado que las barras bravas de ambos equipos tendrán prohibido viajar tras los hechos protagonizados en Buenos Aires que obligaron a cancelar en dos ocasiones la vuelta de la Copa Libertadores.
El despliegue de seguridad en Madrid será sin precedentes. El Gobierno español, presidido por Pedro Sánchez, quien ya está en la cumbre del G-20 en Buenos Aires, está evaluando el dispositivo de seguridad necesario para que el evento se desarrolle en condiciones seguras para todos.
Este encuentro ha sido declarado de "alto riesgo" por la Delegación del Gobierno, pero el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, envió un mensaje de tranquilidad: "Madrid está acostumbrado a celebrar este tipo de eventos. Además, el próximo año acogerá la final de la Uefa Champions League".
El partido se disputará en un fin de semana que coincide con un feriado "puente" que celebra el referéndum de 1978, cuando se aprobó la actual Constitución. Pese a ello, el despliegue de seguridad será máximo para garantizar que visitantes y aficionados disfruten de la Superfinal.
