Las Madres de Plaza de Mayo iniciaron esta tarde su ronda número 2.000, que iniciaron en 1977 en plena dictadura militar, con Hebe de Bonafini a la cabeza. El acto suscita una mayor atención a partir de la rebeldía de Bonafini al negarse a declarar en la causa Sueños Compartidos y que derivó en un pedido de detención que nunca fue concretado. En Mendoza, la Madres marcharon acompañadas por distintas agrupaciones.
Miles de personas se concentraron en respaldo a las Madres luego de que el presidente Mauricio Macri definiera crímenes de la dictadura como "guerra sucia".
Como todos los jueves desde el 30 de abril de 1977, cuando daba sus primeros pasos la organización humanitaria emblema de la resistencia a la dictadura, las Madres llegaron a la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada para realizar su ya legendaria ronda en reclamo de memoria y justicia por sus hijos desaparecidos.
En Mendoza la convocatoria de este jueves en la plaza San Martín congregó a una mayor cantidad de personas de la que habitualmente acompaña a las Madres mendocinas cada semana.
La ronda completó una vuelta a la estatua de San Martín, ubicada en el centro de la plaza. Con sus blancos pañuelos, María Assof de Domínguez, Angelina Caterino de Castro, Margarita Guerrero de Barrera Oro y Agustina Elcira Corvalán de Vera portaron la bandera de todos los jueves con la leyenda “Ni un paso atrás”.
A la ronda de las Madres este jueves se sumaron sindicatos y organizaciones como el SUTE, el Satsaid, SipreMza, Sadop, La Bancaria, Madres del Dolor e integrantes de Pueblos Originarios.
La marcha 2.000 de la historia de Madres se celebra a una semana de que la Justicia ordenara una fallida detención de Bonafini, de 87 años, en una causa por presunto desvío de fondos públicos en un programa de construcción de viviendas sociales con subsidios del Estado, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
En señal de solidaridad, la ex presidenta visitó hoy a las Madres en su sede, a 200 metros del Congreso.
"Ni sucia, ni limpia"
Los organismos de derechos humanos de Argentina criticaron firmemente este jueves las expresiones del mandatario.
"Si Macri piensa que nosotras vamos a olvidar está muy, muy equivocado. Esto no fue una guerra sucia ni limpia, fue terrorismo de Estado" durante la dictadura, dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, a Radio del Plata.
El concepto de "guerra sucia" fue empleado en Estados Unidos en la década de 1970 y se refiere al enfrentamientos de dos bandos: uno conformado por militares violadores de derechos humanos y otro de organizaciones armadas de izquierda.
La justicia argentina negó la existencia de una "guerra" y convalidó que hubo crímenes de lesa humanidad en el marco de un plan de "terrorismo de Estado", que implicó el secuestro, tortura, desaparición, asesinato de opositores políticos y robo de bebés nacidos bajo cautiverio de sus madres.
Bajo este argumento se ha condenado a más 600 militares, policías y civiles, mientras siguen otros juicios.