Era un 3 de mayo, pero del año 2007. Madeleine (3) descansaba junto a sus dos hermanos (2) en la habitación 5A del resort donde estaba vacacionando toda la familia McCann, en la ciudad balnearia de Praia da Luz de Portugal.
Cerca del cuarto sus padres, Kate y Gerry, cenaban junto a otras parejas de amigos y se turnaban para ir a ver a los niños. La familia inglesa disfrutaba de una noche apacible que no presagiaba lo que iba a ocurrir.
Según lo relató la propia madre de Madeleine, cerca de las 22 volvió a la habitación para chequear todo y se llevó la terrible sorpresa: "A las 22.00 volví al apartamento. Entré a la sala de estar por las puertas de la terraza, igual que lo habían hecho antes Gerry y Matt (un amigo de la pareja). El dolor, el terror y la impotencia abrumadora que sentí entonces son indescriptibles".
Madeleine había desaparecido y a partir de ese momento se montaría una búsqueda de magnitudes tan grandes como el misterio mismo del paradero de la menor. Las hipótesis sobre el destino de la pequeña fueron y vinieron a lo largo de estos 13 años: acusaciones cruzadas entre los padres y las autoridades portuguesas, sospecha de trata y la incriminación de los propios progenitores llevaron a que el tema de Maddie estuviera siempre fresco en la mente del público.
Según lo cita el portal BigBang News, Colin Sutton -un ex detective de Scotland Yard reconocido por resolver más de 30 asesinatos- pidió que se vuelvan a analizar las muestras de ADN que en mayo de 2007 se recogieron del auto que los McCann alquilaron en Portugal 25 días después de la desaparición de su hija.
"No hay forma, según la información que tenemos, de que ella haya estado en ese auto. La gran pregunta entonces es cómo puede su ADN entrar en ese auto tres semanas después de haber desaparecido", señaló hace un par de meses Sutton a Nine News.
La particular observación la hizo en base al dato de que los perros que participaron de la investigación detectaron "olor cadavérico" en el rodado. Algo similar ocurrió cuando los canes inspeccionaron el cuarto del hotel y apuntaron al sector ubicado debajo de la ventana del dormitorio.
Dicho portal señala que estas pericias no fueron tomadas en cuenta, pero que otros investigadores sostienen que la pequeña intentó salir de la habitación en busca de sus padres y terminó golpeándose la cabeza, hecho que le provocó la muerte. Todo lo que vino después sería una estrategia para esconder el fallecimiento de la menor.
Esta posible explicación también es apuntalada por Gonçalo Amaral, ex inspector de la Policía Judiciaria de Portugal y responsable de la investigación de la desaparición de la nena inglesa durante los 5 primeros meses.
Amaral publicó un libro en el que cuenta que Madeleine murió accidentalmente, pero detalla que sus progenitores ocultaron lo ocurrido: "Madeleine murió en el apartamento la misma noche de la desaparición. Es complicado asegurar cómo, porque hay muchos indicios. Lo cierto es que la niña se despertó, que la niña ha desaparecido y que detrás del sofá había olor a cadáver y sangre humana".
En el fondo de la cuestión el investigador portugués ve el accionar de los McCann: sostiene que drogaron a sus hijos con somníferos para poder ir a comer tranquilos con sus amigos, situación que sostiene en el hecho de que no permitieron realizarle pruebas de sangre a los hermanitos de la nena desaparecida.
No obstante, el matrimonio inglés inició acciones legales contra el investigador portugués por las aseveraciones que realizó en el libro. Por su parte otras líneas de investigación apuntan contra la escasa seguridad del complejo turístico y resaltan que la ubicación del hotel es un punto de riesgo para el tráfico de personas.
Según lo detalla Infobae, muchas personas reportaron que vieron a la nena –hoy sería adolescente- en distintas partes del mundo como Bélgica, España o incluso en África. Sin embargo hasta el momento no se ha confirmado ninguna de esas denuncias.
Mientras tanto, los fondos provenientes de las ventas del libro que Kate McCann escribió son destinados a abonar investigadores privados para dar con el paradero de Maddie.