El centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen se lanzaron ayer de lleno en la campaña para la segunda vuelta de las presidenciales francesas, en una carrera en la que el exministro estrella de François Hollande parte con una amplia ventaja.
Macron, de 39 años, es el gran favorito para convertirse el próximo 7 de mayo en el presidente más joven de Francia, después de haber encabezado la primera ronda el domingo con el 24,01% de los votos, delante de la líder del Frente Nacional (FN) que obtuvo el 21,30%, según resultados definitivos.
Este desenlace evidencia un deseo de cambio con la eliminación de la carrera al Elíseo de los dos grandes partidos tradicionales, el Partido Socialista y Los Republicanos, que se han alternado en el poder en el último medio siglo.
Revela también una profunda división entre dos Francias. Por una parte la de las grandes ciudades cosmopolitas que apostaron por el socioliberal Macron y por otro la de las zonas periféricas o rurales que votaron masivamente por Le Pen.
El presidente saliente François Hollande se unió ayer a la larga lista de políticos de izquierda y de derecha que instaron a los franceses a votar por Macron para impedir la victoria de la candidata ultranacionalista.
“Es imposible quedarse callados frente al riesgo de la extrema derecha”, declaró Hollande en un discurso retransmitido por televisión, en el que anunció que votará por Macron.
En una visita en el departamento norteño de Pas-de-Calais, su feudo electoral, Le Pen criticó al “viejo frente republicano” que “intenta reunirse detrás de Macron”, en referencia a la estrategia de concentración de votos para impedir un triunfo de la extrema derecha.
Enfrentaremos la segunda vuelta “llenos de esperanza y dinamismo”, declaró una combativa Le Pen, quien espera recuperar votos de los electores del líder de extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon, quien ha sido el único de los principales candidatos eliminados en no haber llamado a votar por el centrista.
Por su parte, Macron, quien se enfrenta por primera vez a un sufragio universal, emprendió un proceso de “negociaciones políticas” para conseguir una mayoría parlamentaria en las legislativas de junio, indispensable para poder gobernar y aplicar su programa.
Según dos sondeos publicados el domingo, Macron, quien hace tres años era prácticamente un desconocido, derrotaría holgadamente a Le Pen en la segunda ronda de los comicios, con una diferencia de al menos 20 puntos porcentuales.
Duelo televisivo
Los dos candidatos en liza para el Elíseo se enfrentarán en un debate televisivo el próximo 3 de mayo, una cita ineludible en Francia entre las dos vueltas.
La única excepción fue en 2002, cuando el expresidente de derecha Jacques Chirac se negó a debatir con el líder histórico del FN, Jean-Marie Le Pen, el padre de Marine, quien provocó un terremoto político al calificarse por primera vez a la segunda vuelta de las presidenciales desde la creación de su partido en 1972.
Las plazas europeas cerraron el lunes con ganancias para saludar la posición de favorito del ferviente europeísta, una euforia compartida por las plazas asiáticas y el euro.
“Es el escenario perfecto que soñaban los mercados” después del Brexit y el triunfo del proteccionista Donald Trump en Estados Unidos en 2016, apuntó Sebastien Galy, analista de Deutsche Bank AG en Nueva York.
Las portadas de los diarios resumían el lunes el terremoto político vivido la víspera: “La derecha nocaut”, tituló el conservador Le Figaro. El izquierdista Libération muestra una foto de Macron bajo el título: “A un peldaño”. “¡Jamás!”, se exclama por su parte el comunista L'Humanité exhibiendo una imagen de Marine Le Pen.
El conservador François Fillon, eliminado de la carrera con 20,01% de los sufragios, afectado por un escándalo de empleos presuntamente ficticios por el que fue imputado en marzo, anunció el lunes que volverá a ser un “simple militante”.
El candidato del gobernante partido socialista Benoît Hamon sufrió por su parte una humillante derrota, con apenas 6,36% de los votos.
Lo que está en juego en la segunda vuelta quedó planteado de entrada por los dos candidatos: Europa y la globalización.
Los mercados en el mundo cerraron en alza
Las bolsas mundiales respondieron ayer con expresivas alzas el pasaje del centrista proeuropeo Emmanuel Macron a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Francia.
La bolsa de París llegó a tener su mejor puntaje desde 2008 al alejarse el miedo a una confrontación entre la extrema derecha y la extrema izquierda. Desde el punto vista de los mercados “se diría que los franceses dejaron satisfechos al mundo entero”, dijo Sam Stovall, analista de CFRA en Nueva York.
Los resultados de los comicios del domingo rociaron de optimismo a los mercados. La Bolsa de París subió 4,14% y llegó a alcanzar los 5.295,20 puntos, su nivel más alto desde el 15 de enero de 2008, justo antes de la crisis financiera. Frankfurt ganó 3,37 y también terminó en récord, Milán se disparó 4,77%, Madrid subió 3,76% y Londres ganó 2,11%.
Del otro lado del Atlántico Wall Street terminó con el índice Nasdaq con alza de 1,24% y llegó al récord 5.983,82 puntos. El Dow Jones subió 1,05% y el S&P 500 1,08%.