El presidente de Francia, Emmanuel Macron, le pidió al primer ministro Édouard Phillipe que se reúna con los líderes del arco político y representantes de los "chalecos amarillos". Busca tratar la crisis que vive el país debido a la creciente tensión, que registró el sábado violentos enfrentamientos en el centro de París, entre policías y los manifestantes que protestaban por el aumento de los combustibles.
Por otra parte, pese a que a primera hora del domingo el portavoz del gobierno, Benjamin Griveaux, anunció que el Gobierno francés estudiaría todas las opciones incluyendo declarar el Estado de emergencia, fuentes del Elíseo han negado que el Ejecutivo vaya a decretarlo, según reportaron Ansa y el sitio de la Televisión Española, citando a agencias internacionales.
Los de este fin de semana fueron los peores disturbios vividos en Francia en más de una década. Según datos de la Policía, en las últimas horas han tenido lugar 412 arrestos y 378 personas han sido puestas bajo custodia policial.
Víctima fatal
Incluso se registró en la madrugada la muerte de un conductor particular, al chocar con su vehículo a un camión que estaba detenido sobre la ruta N113, por un bloqueo de los manifestantes.
El Ministerio del Interior francés actualizó también las cifras de heridos durante la jornada violenta del sábado: 133, de los cuales 23 son policías.
A pesar de que las cifras del gobierno apuntan a una participación menor que en las movilizaciones anteriores, los incendios, destrozos, y saqueos de comercios evidencian una radicalización del movimiento de los llamados chalecos amarillos.
Recién llegado desde Argentina, donde participó de la cumbre del G20, Macron recorrió el Arco del Triunfo para comprobar los daños que ha sufrido el monumento, símbolo de la República, que fue objeto de vandalismo durante las protestas.
El jefe del Estado, acompañado del ministro del Interior, Christophe Castaner, rindió homenaje a la tumba del soldado desconocido, que representa a todos los franceses muertos en la Primera Guerra Mundial.
Entre los daños se destaca el de la estatua destrozada de Marianne, figura alegórica de la República Francesa, y en la tienda del Museo.