Carlos Sacchetto - csacchetto@losandes.com.ar - Corresponsalía Buenos Aires
Mauricio Macri y Sergio Massa han pasado a ser los protagonistas de una verdadera novela de encuentros, desencuentros, señales y gestos cargados de simbolismo. Han logrado, a la vez, que amplios sectores de la oposición se interroguen sobre la validez de acuerdos provisorios por cálculos electorales y sobre la conveniencia o no de resignar proyectos e ideas a más largo plazo.
Por los desprendimientos que ha sufrido el Frente Renovador y la baja performance que denuncian las encuestas, Massa necesita repensar su estrategia. Algunos de sus operadores sostienen que no vale la pena que mantenga la candidatura presidencial, pero que podría revitalizarse si baja a postularse como gobernador bonaerense, con o sin acuerdo con Macri.
Para eso ya tiene el camino libre que le dejó la reciente decisión de Francisco de Narváez de abandonar su candidatura a gobernador, pero sin irse al kirchnerismo.
Línea final
Otros ven que para su futuro político, Massa debería retirarse de este turno electoral. La decisión final tiene como límite aquel plazo inexorable y contempla también la posibilidad de mantener su candidatura presidencial, asumiendo que podría quedar tercero y lejos.
Esta serie de especulaciones que saturan los ámbitos políticos, demuestra que la urgencia acompañada de la necesidad no suelen ser buenos complementos para definir cuestiones tan importantes.
La negativa de Macri a conformar una alianza con el massismo, ratificada hace unas horas con el sello de definitiva, plantea un similar nivel de riesgo para el líder del Pro, aunque con costos menos elevados.
La idea, largamente debatida en la mesa chica del macrismo y expuesta por sus dirigentes en los medios, es sacar provecho de una fuerte polarización entre la continuidad que va a encarnar el candidato del kirchnerismo y el cambio que propone Macri. Así entonces, será la sociedad la que decida.
En el campamento oficial se deleitan con estas penurias de la oposición. En una de sus habituales chicanas políticas, Aníbal Fernández salió a anunciar el jueves un supuesto acuerdo entre Macri y Massa en el que el ex intendente de Tigre había aceptado ir como candidato a gobernador bonaerense por el Pro.
Fue una manera de bajarle el precio a ambos, exhibiéndolos como la misma cosa, con reminiscencias de lo que fue la Alianza que presidió Fernando de la Rúa.
Para Macri la respuesta fue anunciar que la posibilidad de un acuerdo con Massa estaba cerrada. De esta manera, sus operadores creen que se acrecienta la autoridad política del jefe del Pro al jugarse la propia, es decir, al no contaminar su fuerza con una dosis del peronismo que se aloja en el Frente Renovador.
En el oficialismo, en tanto, los sectores más duros del kirchnerismo confían en que Florencio Randazzo hará un buen papel frente a Scioli. Desde la Casa Rosada se trabaja para eso, bajo la batuta del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini.
Lo demás
Pero la política nacional no pasa solamente por las elecciones. El caso de la muerte de Alberto Nisman ha vuelto a ganar actualidad y podría convertirse otra vez en un problema serio para el Gobierno.
No es fácil olvidar que el fiscal de la causa AMIA apareció con un balazo en la cabeza luego de anticipar que denunciaría a la presidenta Cristina Fernández y otros funcionarios como encubridores de aquel atentado, y un día antes de presentar sus pruebas ante el Congreso.
Al día de hoy, la Justicia no puede determinar si fue un suicidio o un asesinato, pero lo que sí comenzó a saberse es que el expediente está lleno de irregularidades.
Por otro lado la presión del kirchnerismo sobre la Justicia se sostiene. El diálogo con la Corte Suprema está cortado a todo nivel y el acoso al juez Carlos Fayt no se detiene, pese a que el magistrado ha concurrido últimamente a todas las reuniones del Tribunal.
Cristina, en tanto, vuelve a reunirse con el papa Francisco y no estará este domingo en el país. Esta vez los periodistas críticos podremos celebrar nuestro día sin que nos señale como culpables del delito de exhibir la realidad.