Por Rosendo Fraga - Analista político - Especial para Los Andes
Mientras se consolida la candidatura de Trump en el Partido Republicano en los EEUU, se acentúa en América Latina el giro político hacia el centro-derecha. La primaria que se realizó en Florida fue definitoria para sacar de carrera al candidato de origen cubano Marco Rubio -el preferido de la estructura republicana para enfrentar al empresario-. Ted Cruz, el candidato de origen mexicano que está segundo es resistido por los republicanos tradicionales, pero lo aceptarán como el "mal menor", aunque hoy parece tener pocas chances. Trump continúa con un discurso muy duro hacia América Latina, pidiendo que sean sancionadas las empresas estadounidenses que han trasladado plantas e inversiones a esta región, aunque él mismo también lo ha hecho.
Mientras tanto, se acentúa en los países latinoamericanos el giro hacia el centro-derecha iniciado con el triunfo de Macri en Argentina -su grupo empresario familiar ha compartido proyectos inmobiliarios con Trump en el pasado- y las crisis que se desarrollan en Venezuela y Brasil, así como la elección presidencial peruana, parecen ir en la misma dirección.
Si bien Maduro en los tres años que lleva en el poder ha mostrado gran capacidad de sobrevivencia, hoy parece difícil que pueda terminar su mandato en la fecha prevista. La oposición definió una "hoja de ruta" para sacar a Maduro del poder. Comienza con la puesta en marcha del "referéndum revocatorio", que ya ha tenido una votación favorable en la Asamblea. Contempla también la reducción del mandato y la realización de marchas en apoyo de esta estrategia.
Estas manifestaciones comenzaron el pasado fin de semana y el chavismo respondió con otras que tuvieron menor envergadura. Pero Maduro ha respondido diciendo que "de acá no me saca nadie" y endureciendo su posición. Pidió cuatro años de prisión para el director de un diario opositor, fue llevado a juicio el ex gobernador de Zullia (Rosales) y ordenó censo de los funcionarios chavistas que habían votado por esta fuerza, mecanismo destinado a identificar a quienes no lo hicieron. Decretó el 9 de marzo como día de la "Lucha contra el imperialismo", por ser el día en el cual EEUU prorrogó por un año más la calificación de "amenaza" para el régimen chavista.
Pero la economía se sigue descomponiendo y Maduro se ha visto obligado a realizar una mega devaluación de 1.400% para las divisas que provee el Estado a particulares para compras en el exterior. La desaparición de 28 mineros en el estado de Bolívar, que oficialmente son menos, ha generado reclamos y protestas y el despliegue del Ejército por parte del gobierno y la presunción que podría ser obra del crimen organizado, mientras están apareciendo los primeros cadáveres. Pero el conflicto principal es el de poderes, entre un Ejecutivo y un Judicial controlados por el chavismo y un Legislativo por la oposición. En las manifestaciones opositoras se leen carteles como "queremos el camino de Argentina".
En Brasil, la crisis política y económica se agudiza, aumentando la posibilidad de que Dilma no termine el mandato. La decisión del juez que investiga la red de corrupción en el gobierno de llevar a Lula a declarar por la fuerza pública y allanar sus domicilios y los de su familia directa, aceleró la crisis política. La decisión del PMDB -el partido populista sin ideología precisa-, que es el principal aliado del PT, de indicar a sus integrantes que no integren el gobierno, es una virtual ruptura de la coalición oficialista, que aumenta la posibilidad de que en el Congreso avance el juicio político, que tiene un trámite largo, con varias votaciones en las dos cámaras.
La condena a 19 años de prisión del principal empresario de obra pública del país (Oderbrecht), ha sido el otro hecho que ha acelerado la crisis. La decisión del PMDB, de alguna forma implica que se prepara para una eventual sucesión asumiendo el Vicepresidente (Temer), que sin romper con Dilma da señales de independencia. La posibilidad de que el máximo tribunal declare inválida la elección de Dilma por irregularidades en su financiamiento está planteada, pero es poco probable y puede derivar en una crisis institucional. Que Dilma renuncie dada su imposibilidad de gobernar no es lo probable en el corto plazo.
El PT ha convocado a sus militantes a las calles para defender a Dilma y Lula -quien tuvo que abandonar el ofrecimiento de la Presidenta para que tenga el fuero incorporándose a su gabinete-, pero las manifestaciones son mucho menos concurridas que las realizadas por la oposición en las calles de las principales ciudades del país el último fin de semana, que según la policía reunieron 3,6 millones de personas y pueden repetirse en los próximos días.
El jefe del Ejército (Vilas Boas) ha expresado en privado preocupación por la división del país y el presidente del Club Militar (un general retirado) se manifestó críticamente sobre la gestión de Dilma y el futuro del país. Quince ex presidentes latinoamericanos han salido en defensa de Lula -veintisiete de Iberoamérica piden la libertad del opositor venezolano Leopoldo López- y lo mismo han hecho los gobiernos de los países del ALBA (Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua). Entre los manifestantes opositores pueden verse carteles que dicen "Menos Venezuela y más Argentina".
En Perú, la salida de la carrera presidencial de tres candidatos incrementó las chances de ganar de Keiko Fujimori, que lleva meses primera en los sondeos. En Perú, decisiones judiciales impidieron la presentación de dos candidatos presidenciales la semana pasada y ahora el que impulsaba Humala (Urresti) ha renunciado a competir.
Estos hechos favorecen las chances de Keiko Fujimori, quien en los últimos meses ha trabajado para distanciarse algo de su padre en la búsqueda del voto independiente. Pero esta moderación no oculta que la llegada de ella a la Presidencia implica un giro a la derecha en Perú, tras las presidencias de Toledo, García y Humala. En Colombia, diversos problemas obligaron a postergar la firma del acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC prevista para el 23 de marzo, cuando el presidente Santos inicia un acercamiento con el ex presidente Uribe, hasta hace pocas semanas su adversario más enconado.
En Ecuador, el presidente Correa ha designado su octavo ministro de Defensa, en el marco de una crisis militar desatada por su intento de realizar una reforma "clasista" en las Fuerzas Armadas. Evo Morales exige la renuncia de los empleados públicos que no votaron por él y en Nicaragua un pequeño grupo ha reactivado los "contras" en oposición a un cuarto gobierno de Ortega.
En este marco, un presidente de los EEUU (Obama), es el primero de los seis que lo han hecho, viene sin visitar otro país en América del Sur. Lo hace porque al finalizar el segundo mandato, América Latina es una región del mundo donde puede mostrar logros: el restablecimiento de las relaciones con Cuba, el acuerdo de paz en Colombia y el giro ideológico en América del Sur, y dar una clara señal de respaldo a la gestión de Macri, en un intento de reforzar una dirección que resulta coincidente con los intereses de EEUU.