Mauricio Macri se mostró indignado con la corrupción que atravesó al gobierno anterior y confía en que la próxima visita de su colega de Estados Unidos Barack Obama marcará un nuevo capítulo para el país y abrirá las puertas al ingreso de inversiones millonarias.
"Siento lo mismo que la mayoría de los argentinos: bronca, hartazgo, impotencia al ver semejante impunidad", dijo Macri el miércoles en una entrevista exclusiva con The Associated Press en la residencia presidencial de Olivos, un suburbio al norte de Buenos Aires.
La víspera se difundieron por televisión imágenes del hijo de un empresario ligado a la expresidenta Cristina Fernández y a su esposo y antecesor Néstor Kirchner contando numerosos fajos de billetes en apariencia de dólares y euros y retirándolos en bolsos de una compañía financiera que se sospecha lavaba dinero de la corrupción.
"No hay ninguna posibilidad de que en mi gobierno pasen este tipo de cosas"
"Esto en Argentina no vuelve a pasar...", afirmó el mandatario, de 57 años. Agregó que "no asumió ningún pacto de impunidad" con su antecesora en el cargo y que colaborará con la justicia.
El video fue difundido por canal 13, el cual no informó cómo accedió a las imágenes, fechadas en 2012. La justicia imputó al empresario de la construcción, Lázaro Báez, por lavado de dinero, pero hasta el momento no se determinó la responsabilidad de la ex mandataria en este caso.
Macri recibirá el próximo miércoles a Obama, el primer presidente estadounidense en visitar el país sudamericano desde 1997 y que llegará acompañado por una nutrida comitiva de empresarios.
"Hay varios anuncios en carpeta de empresas americanas por varios miles de millones", adelantó el presidente. "Esperamos que haya muchas empresas americanas que crean que con el talento argentino y los recursos naturales que tenemos pueda haber oportunidades para invertir".
Macri le restó importancia a las críticas de algunos organismos de derechos humanos por la llegada de Obama en coincidencia con el 40mo aniversario del último golpe de Estado que instauró en 1976 una de las dictaduras militares más sangrientas en América Latina.
"Tienen que entender que la agenda de los líderes importantes del mundo es bastante acotada", opinó el mandatario. "No tiene asidero la crítica porque siento que el presidente Obama es uno de los líderes que más ha trabajado y defendido los derechos humanos y el respeto por la democracia".
"Será el comienzo de una etapa de relaciones maduras, inteligentes con EEUU"
Para Macri, la visita de su colega estadounidense marcará "el comienzo de una etapa de relaciones maduras, inteligentes, que sean buenas para ambas partes".
Dijo que conoce bien a Hillary Clinton y Donald Trump, quienes se perfilan como los contendientes para las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Si bien evitó pronunciarse a favor de uno de ellos, destacó que "este compromiso por estrechar relaciones" continuará gane quien gane.
Las denuncias contra Fernández, la muerte del fiscal Alberto Nisman y la crisis política en Brasil fueron otros de los temas abordados por el presidente durante la hora de entrevista que ofreció en una de las dependencias de la quinta presidencial de Olivos, a la que se acaba de mudar con su tercera esposa y la hija pequeña de ambos.
Fernández fue citada a declarar el 13 de abril en el marco de una causa que investiga una supuesta defraudación al Estado a través del mercado de dólar a futuro, en la primera de las varias causas judiciales promovidas en su contra.
Si bien Macri recordó que "ella no está ni procesada ni condenada a juicio", adelantó que su gobierno está a disposición de la justicia para entregar toda documentación vinculada a los actos de corrupción.
"El camino que hemos empezado a recorrer es un cambio radical hacia una calidad institucional mejor, que no se van a volver a repetir estos bochornos de corrupción, estos abusos de poder. Yo estoy comprometido a eso", insistió.
Macri consideró fundamental para reconstruir la imagen de Argentina el esclarecimiento de la muerte del fiscal Nisman, quien fue hallado sin vida con un disparo en la cabeza el 18 de enero de 2015, justo cuatro días después de presentar una grave denuncia contra la entonces presidenta por supuesto encubrimiento de ciudadanos iraníes sospechosos de cometer el atentado contra un centro judío de Buenos Aires en 1994.
"Todo lo que sucedió nos hizo flaco favor en términos de imagen mundial. Pero ahora estamos decididos a clarificar las cosas", apuntó el gobernante. "Siento que la justicia se va a sentir más respaldada que ahora en términos de un gobierno que no va a interferir".
Macri admitió que la crisis económica del vecino Brasil desencadenada por las denuncias de corrupción contra los gobiernos de Dilma Rousseff y su antecesor Lula Da Silva entorpece la puesta en marcha de la economía argentina, ya que el 40% de las ventas argentinas al exterior tienen a ese destino.
"Necesitamos que el pueblo brasileño resuelva sus estos conflictos lo antes posible y se ponga a crecer. Brasil es un gran motor para la región y para el mundo", resaltó.
El triunfo de Macri en las elecciones de 2015 alentó a muchos grupos opositores a los gobiernos populistas de América Latina, quienes confían que el éxito de su gestión puede impulsar un giro político en la región. "Siento que tengo mucha tarea para llevar a cabo en mi país antes que asumir un liderazgo en América Latina", expresó.