En una cadena nacional editada de 39 minutos, el presidente saliente Mauricio Macri rescató ayer los logros de su gobierno, evitó hablar del fuerte incremento de la pobreza al 40,8% de la población y se autoproclamó como líder de una oposición dialoguista y constructiva.
Macri reconoció que hubo errores de administración e indicó que intentó sin éxito corregirlos lo más rápido que pudo. Y aseveró que deja un país mejor preparado para crecer, respecto de aquel de 2015, en el cual la gestión de Alberto Fernández podrá "apoyarse".
"Me alegra que seamos más tolerantes y respetuosos con los que piensan distinto. Ser Presidente fue un honor. Hoy no hay lugar para líderes mesiánicos", aseguró.
El discurso se focalizó en contrastar lo que deja con la herencia de Cristina Fernández de Kirchner. Macri aseguró que gran parte de los malos resultados económicos de su gestión tienen que ver con esa debilidad inicial. "Hubo dificultades que no pudimos resolver", admitió.
No obstante, también planteó sus logros. "Hemos valorado nuestras instituciones, nuestra justicia es más independiente y la prensa es más libre. Estamos más seguros frente al delito y al narcotráfico. Y la política es más decente", enfatizó Macri esbozando una leve sonrisa.
Según el jefe de Estado, esos logros y que por primera vez en cien años un gobierno no peronista y con minoría en el Congreso haya terminado su mandato, configuraron un "avance para la Democracia", sobre todo en un contexto "delicado" en América Latina.
Lamentó también que no hayan "llegado a tiempo" los resultados de las reformas económicas que él propuso. "Y lamento que no nos hayamos podido recuperar de la crisis que comenzó hace un año y medio", dijo sobre el estallido financiero de abril/mayo de 2018.
“No me voy satisfecho con cuánto creció la economía en mi mandato o cuales fueron los resultados de nuestra lucha contra la inflación y la pobreza. Durante dos años tuvimos éxito. Pero nos pusimos nosotros mismos en una situación demasiado frágil”, admitió.
Y sostuvo que la sequía de 2018 y el fin del financiamiento externo oficiaron como un combo letal para las variables más sensibles, lo que llevó a la Argentina a una crisis de la que aún no pudo recuperarse.
Y por la profundización de esa crisis, volvió a responsabilizar al resultado electoral del 11 de agosto. "A mediados de este año, parecía que estábamos dando la curva: la inflación había bajado durante cuatro meses, la economía comenzaba a despertarse, pero vinieron los resultados de las Paso", dijo.
Y se quejó porque eso generó un nuevo salto en el dólar –cuyo precio se multiplicó por seis en cuatro años-. Consideró que eso ocurrió por "el miedo de millones de argentinos que salieron a vender sus pesos. Ese miedo al futuro y la falta de un esquema macroeconómico lo suficientemente sólido nos hicieron retroceder varios casilleros", enfatizó.
Macri planteó la Cadena Nacional sobre la base de seis objetivos que, según dijo, se propuso en 2015 y sobre los cuales logró "avances muy importantes". Destacó así que se mejoró la cultura del poder y la calidad democrática; resolvió el vínculo con el mundo; combatió el narcotráfico y la inseguridad; impulsó el desarrollo humano "más allá de la asistencia"; recuperó la energía e infraestructura; y corrigió los desequilibrios macroeconómicos.
Si bien ofreció un balance, su mensaje estuvo cargado de diferenciación política con quienes lo precedieron y que ahora serán protagonistas en el Gobierno de Alberto Fernández que viene. Y la palabra elegida para remarcar ese contraste fue “corrupción”, en al menos cuatro ocasiones.
Según el Presidente, su administración se esforzó por avanzar con transparencia, sin corrupción y con precios más bajos para el Estado en la ejecución de obras, "después de una década de corrupción y sobreprecios" que hoy tiene en el banquillo de los acusados a la propia ex jefa de Estado y vicepresidenta electa, Cristina Fernández.
Si bien consideró que siempre habrá "pillos y ladrones, en todos los Gobiernos", con el Estado que deja es mucho más difícil robar la plata de los argentinos. "Es un Estado más eficaz, con información pública y estadísticas confiables. Todas las compras y decisiones quedan registradas", sostuvo.
También destacó que la relación entre la Nación y las provincias mejoró. “Entregamos fondos a todas las provincias aunque los gobernadores fueran de otros partidos”, sostuvo y se diferenció de la política de su antecesora, porque ahora los gobernadores ya no dependen de la “chequera nacional”. Ahora, el 50% de los recursos van a las provincias cuando en 2015 eran el 40%.
Al finalizar su mensaje, Macri dijo que él "jamás haría algo para entorpecer" la gestión del gobierno entrante. Y al pararse como nuevo líder de la oposición, expresó: "Hoy hay una alternativa sana de poder en la Argentina. Vamos a seguir juntos con una presencia sana en el Congreso. No tengo intención de poner trabas a propuestas sensatas y transparentes. Hagamos entre todos que el esfuerzo de estos años valga la pena".
Sobreseído en la causa de los Panamá Papers
El juez en lo penal económico Diego Amarante sobreseyó al presidente Mauricio Macri en la causa en la que investigaba una presunta evasión impositiva respecto a la actividad económica de las firmas offshore Fleg Trading LTD y Kagemusha SA, causa iniciada a partir de la difusión de los Panamá Papers. La decisión fue tomada el 6 de agosto, antes de las PASO, pero recién trascendió ayer.
El mismo juez rechazó dictar el sobreseimiento al hermano del presidente, Gianfranco Macri, en una causa por la presunta omisión de declarar una cuenta en el Banco Safra de Suiza. El magistrado investiga si los integrantes de la sociedad comercial firma BF Corporation SA habrían omitido declarar activos existentes en una cuenta en ese banco y si “debieron tributar por aquellas tenencias ante el fisco nacional”.