Mauricio Macri decidió dar otro golpe de efecto puertas adentro de su gobierno. Tras pedirle la renuncia a Federico Sturzenegger en el Banco Central y reemplazarlo por Luis Caputo, para empoderar a Nicolás Dujovne como ministro de Hacienda y Finanzas, el presidente decidió apartar de Producción a Francisco Cabrera -el único ministro mendocino, un histórico de la primera hora del PRO-, y a Juan José Aranguren del Ministerio de Energía.
El hombre que reemplazará a Cabrera es el economista Dante Sica, ex secretario de Industria, Comercio y Minería durante la Presidencia de Eduardo Duhalde. Aranguren será reemplazado por Javier Iguacel, hoy Director de Vialidad.
Esto implica, entonces, que la secretaría de Minería deja la cartera de Energía y se suma a la de Producción.
La salida de Aranguren, llega un día después que terminara su participación en la cumbre del G20 de Energía, en Bariloche. Allí había expresado que todavía no estaba definido un nuevo aumento de las tarifas. “Nos enfrentamos con un doble objetivo que es actualizar las tarifas pero también bajar la inflación”, señaló.
El ministro, blanco de críticas en la opinión pública por cada aumento de tarifas, también había sido cuestionado porque mantenía su patrimonio en el extranjero. "Sigo teniendo mi dinero afuera. A medida que recuperemos la confianza en la Argentina regresaremos el dinero", había dicho en una polémica entrevista en marzo.
Macri le transmitió la decisión a Cabrera el jueves, al cabo del encuentro que mantuvieron en la Quinta de Olivos. Concretamente, Macri le comunicó a Cabrera que será designado como presidente del Banco BICE.
La salida de Cabrera es emblemática y todo un síntoma del momento del gobierno: al cabo, se trata de un íntimo amigo del presidente que lo acompañó desde la primera hora en la Ciudad de Buenos Aires y que, como presidente de la Fundación Pensar, el think tank del PRO, ayudó a trazar buena parte de las políticas públicas que presentó en la campaña electoral que lo llevó a la Casa Rosada. También, como dirigente, tuvo un rol clave en la recaudación de los fondos para la campaña.
Golpeado después de la charla con el presidente, Cabrera se fue cabizbajo de la residencia de Olivos. Y les transmitió la novedad a sus asesores más cercanos. Más allá del impacto lógico, al cierre de esta edición nadie dudaba de que Cabrera no despreciará la salida elegante que le ofreció Macri.
“Es un soldado de la causa: está caído pero no va a bajarse del barco. Va a acatar la decisión de Mauricio”, aseguró un dirigente -también de la vieja guardia- que habló con él y con Macri en los últimos días.
Un sobreviviente
Pese a que durante el primer año de mandato de Macri había sido uno de los ministros más criticados y se especuló varias veces que podría ser eyectado, Cabrera se logró mantener. En la intimidad, adjudicaba los rumores a supuestos celos ajenos por el estrecho vínculo que lo unía al jefe de Estado.
Lo cierto es que sufrió el embate del vicejefe de Gabinete Mario Quintana, quien inicialmente lo tuvo bajo su órbita en el seguimiento de gestión, pero logró una buena sintonía con el otro vice, Gustavo Lopetegui, cuando esté lo empezó a coordinar.
En 2017 Macri absorbió buena parte de la agenda de Cabrera con varios anuncios de gestión. Sin embargo, el ministro también fue blanco de duros cuestionamientos de los empresarios. El último cruce fue a principios de este año, cuando desde la Unión Industrial Argentina (UIA) le apuntaron por la “fuerte caída del consumo” y el “crecimiento de la apertura de las importaciones”, críticas a las que respondió diciendo que los ejecutivos tenían que “tener una agenda positiva y dejarse de llorar”. En esa disputa, Macri no dudó en respaldarlo y hasta aseguró que “Guillermo Moreno les rompió la cabeza a muchos” empresarios.
¿Qué pasará con el equipo de Cabrera? Al parecer, el presidente quiere que sus principales hombres sigan dentro del gobierno. A propósito de eso, dos integrantes del G7, tal como denominan en Balcarce 50 al flamante grupo de 7 dirigentes que conforman la nueva mesa chica de Macri, son los encargados de sentarse con el candidato que pica en punta: el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal hablarán con Sica.
¿Menos subsecretarías?
Todavía es una incógnita qué ocurrirá con la línea de secretarios que acompañaron a Cabrera ya que, ante la reducción, sus cargos podrían fusionarse en menos subsecretarías. ¿Qué sucederá con Miguel Braun, primo del jefe de Gabinete Marcos Peña, en Comercio?
La idea de volver a un modelo antiguo
Mauricio Macri detesta que le digan cómo armar sus equipos de gobierno. Sin embargo, algunos de sus ministros insisten. Varios empujan una reducción de los ministerios. La idea que viene rondando desde hace meses en los despachos oficiales y que el presidente solo implementó -forzosamente y a su pesar- cuando le soltó la mano a Federico Sturzenegger al frente del Banco Central y dejó acéfalo el ministerio de Finanzas, que -reconvertido en secretaría- pasó a depender de Nicolás Dujovne.
El fortalecimiento del ministro de Hacienda a raíz de la negociación con el FMI volvió a tentar a varios de los integrantes del ala política del Ejecutivo.
Quieren eliminar los ministerios que se alojan en el viejo edificio del ministerio de Economía. Se trata de las Carteras de Energía, Producción y Transporte. Esa sangría significaría regresar al viejo modelo de ministro de Economía, ó -en el caso de Dujovne- de superministro, un mote que no es de su agrado.
Claves
Cabrera, un histórico del PRO muy cercano a Macri. El mendocino "Pancho" Cabrera sufrió reiterados cuestionamientos, pero Macri lo había respaldado.
Cuestionado por la Unión Industrial Argentina. La UIA criticaba al mendocino por la "fuerte caída del consumo" y el "crecimiento de la apertura de importaciones".
Aranguren, recién llegado del G20 en Bariloche. En la cumbre de Energía que culminó el jueves, dijo: "Enfrentamos un doble objetivo: actualizar tarifas y bajar la inflación".