La visita al país del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, el 23 y 24 de marzo próximos, será la sexta de un jefe de la Casa Blanca a la Argentina, con la particularidad que el actual mandatario norteamericano es quien restableció las relaciones diplomáticas con Cuba y comenzó el deshielo del embargo económico con la nación caribeña, isla desde la que viajará con destino a Buenos Aires, donde será recibido por el presidente Mauricio Macri.
El ciclo que cierra ahora Obama fue abierto por otro jefe de Estado estadounidense, Dwight 'Ike' Eisenhower, quien meses más tarde de pasear por la Argentina impuso el embargo económico a Cuba el 19 de octubre de 1960, luego de la nacionalización de 36 compañías norteamericanas por parte del gobierno revolucionario, entre ellas las petroleras Esso y Texaco.
Ambos presidentes estadounidenses llegaron a la Argentina en el octavo año de gestión, el último del mandato.
El 3 de enero de 1961, diecisiete días antes de entregar el poder a John Kennedy, Eisenhower rompió relaciones diplomáticas con la Cuba de Fidel Castro, decisión que sesgó la relación entre las dos naciones durante los 55 años siguientes.
Todos los presidentes estadounidenses que arribaron a nuestro país fueron recibidos por mandatarios electos en forma democrática. El primer jefe de Estado argentino en recibir a uno estadounidense fue Agustín Pedro Justo, quien saludó a Franklin Delano Roosevelt el 1 de diciembre de 1936, que llegaba para participar de la Conferencia Panamericana.
Roosevelt se había hecho cargo de la administración norteamericana tras el crac financiero del '29 en Wall Street, que llevó a la economía norteamericana y mundial a una de las peores crisis de la historia del capitalismo.
Con la aplicación de la política neokeynesiana del new deal, Roosevelt fue electo presidente en cuatro períodos consecutivos. Murió siendo jefe de Estado el 12 de abril de 1945, días antes de la rendición de la Alemania nazi.
El segundo jefe de la Casa Blanca en llegar a estas tierras fue Eisenhower, quien se benefició del viento de cola económico de la II Guerra Mundial. Los EEUU tuvieron entre 1953 y 1961 el período de crecimiento más importante que registra la nación del Norte, según historiadores y economistas.
Eisenhower fue uno de los cinco generales cinco estrellas que aún hoy tiene el ejército norteamericano, todos galardonados por el triunfo bélico contra el eje Berlín-Roma-Tokio.
La visita de Eisenhower fue retribución de la que había realizado el presidente Arturo Frondizi a los EEUU en enero de 1959, la primera gira de Estado de un jefe de la Casa Rosada a aquella nación. 'Ike', como se lo conocía a quien comandó el desembarco de Normardía en junio de 1944, llegó a Buenos Aires el 26 de febrero de 1960, habló ante el Congreso, pasó por Mar del Plata y viajó acompañado por Frondizi en automóvil hasta Bariloche, adonde descansó y jugo al golf.
El tercer presidente de los EEUU en llegar a este país fue George Bush en 1990, quien aterrizó en la capital argentina dos días más tarde del último levantamiento carapintada del 3 de diciembre, que comandó el coronel Mohamed Alí Seineldín, con un saldo trágico de 14 muertos entre militares y civiles.
El presidente Carlos Menem ordenó la represión de los sublevados y hasta aprobó el bombardeo del edificio Libertador, dado que un comando carapintada lo había tomado.
El bombardeo no se realizó, pero sí el sobrevuelo de aviones de la Fuerza Aérea en clara advertencia contra los rebeldes.
En la primera visita a los EEUU, Menem se había entrevistado en septiembre del '89 con Bush en el hotel Waldorf Astoria, de Nueva York.
El pedido de Bush a Menem fue que desactivara el misil Cóndor II y que terminara con los carapintada en el Ejército argentino. El alzamiento de Seineldín estuvo orientado a condicionar a Menem para que éste abandonara el plan de privatizaciones y el de desarticulación de lo que el militar consideraba el "ejército nacional". No pudo.
El general Martín Balza los derrotó en menos de 24 horas y los hizo desfilar descalzos a los vencidos por el Regimiento Patricios, un castigo humillante para los golpistas
Cuando llegó Bush a Buenos Aires, la crisis militar había sido conjurada. Menem también recibió al sucesor de Bush el 16 de octubre de 1997, el demócrata de Arkansas, Bill Clinton, quien luego de una breve estancia en la capital argentina, se trasladó a la rionegrina Bariloche, un destino buscado por los jefes de la Casa Blanca.
El último de los presidentes norteamericanos en visitar la Argentina fue George W. Bush, tejano e hijo del jefe de la Casa Blanca que sucedió a Ronald Reagan.
Bush hijo llegó en vuelo directo a Mar del Plata el 3 de noviembre de 2005 para participar del debate sobre la conveniencia o no de crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), donde se encontró con la alianza de tres presidentes latinoamericanos opuestos al proyecto: Néstor Kirchner, por la Argentina; Lula Da Silva, por Brasil y Hugo Chávez, por Venezuela, que no aceptaron levantar los aranceles industriales en la región, si a cambio no se hacía lo mismo con los subsidios al campo en los EEUU.