Mauricio Macri recibirá hoy a los principales dirigentes de la UCR en Olivos para intentar armar el rompecabezas que es Cambiemos en todo el país, donde el radicalismo no sólo enfrenta sus tradicionales internas sino también la disputa con el Pro por el armado de las listas de candidatos al Congreso. Todos prometen que el encuentro será cordial, pero habrá planteos de sobra.
El cónclave será a partir de las 20, en la quinta presidencial, donde el Presidente ofrecerá una cena. Ya a fines del año pasado los radicales habían pedido una reunión con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, para definir la estrategia electoral, pero ésta se postergó por cuestiones de agenda. Finalmente, esta semana el funcionario los llamó para confirmarles la realización del encuentro y que, además, Macri también participará, por deseo propio.
El nexo de la UCR con Macri es Peña, porque al ministro de Interior, Rogelio Frigerio, lo consideran proclive a abrir Cambiemos a las candidaturas de peronistas, lo que pone los pelos de punta a los radicales.
Esta apertura es impulsada sin tapujos por el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, el máximo referente peronista dentro del Pro. Los radicales afirman que la inclusión de peronistas en los armados de Cambiemos está descartada, porque Macri y la líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, no quieren. Pero algunos macristas, más pragmáticos, dicen que a las elecciones hay que ganarlas para consolidar el proyecto de gobierno.
Junto con Macri, en Olivos estarán Peña, Frigerio y Monzó. También podrían participar el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el presidente del Consejo Nacional del Pro, Humberto Schiavoni.
Por el radicalismo estarán el presidente del partido, José Corral; los jefes de los interbloques Cambiemos del Senado y de Diputados, Ángel Rozas y Mario Negri; los tres gobernadores radicales, Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy) y Ricardo Colombi (Corrientes); el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador; la presidenta de la Convención Nacional, Lilia Puig de Stubrin, y el ex senador Ernesto Sanz, en calidad de fundador de Cambiemos.
Habiendo tomado nota del calibre de la reunión, los radicales se juntarán unas horas antes de ir a Olivos para fijar posturas.
La UCR no solamente buscará sepultar la idea de incluir peronistas en las listas sino también acordar candidaturas con el Pro en los 24 distritos para eludir las elecciones internas. Pero ese objetivo parece imposible. Un ejemplo: la ciudad de Buenos Aires, donde el radicalismo conforma ECO (Martín Lousteau) y es rival del Pro. Otro: en Santa Fe, Corral, intendente de la capital y aspirante a la gobernación, quiere que en esta elección legislativa la UCR juegue con el Pro pero sin romper el acuerdo provincial con el socialismo, el Frente Progresista Cívico y Social, que gobierna la provincia desde 2007. Para ello necesita que el Pro le ceda lugares importantes en la lista.
Tironeos
Los funcionarios macristas de la primera línea del Gabinete cuestionan que haya diputados y senadores radicales que parecen jugar más en contra que a favor del Gobierno, y por eso plantean la necesidad de tener más tropa propia. Pero la UCR peleará por meter a sus hombres en los primeros lugares de las listas porque en la Cámara baja pone más bancas en juego que el Pro: 23 de 39 contra las 14 de 42 del macrismo. El radicalismo levanta la bandera de su fortaleza territorial, lo que choca con el estandarte del Pro: el linaje presidencial.
La reunión en Olivos se realizará en un marco de internas radicales en distintas provincias. La más resonante es la que protagoniza el diputado Ricardo Alfonsín, quien siempre se opuso a la conformación de Cambiemos con el Pro y con el triunfo de Macri y Vidal ha quedado como la oveja negra del espacio. El hijo del expresidente Raúl Alfonsín hizo saber que podría formar un acuerdo electoral con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa. Ambos terminan su mandato en diciembre.
De cualquier manera, la posible rebelión de Alfonsín los tiene sin cuidado a los líderes de Cambiemos. En la provincia de Buenos Aires la tesis properonista de Monzó le va ganando a la política rígida de alianzas electorales que defiende Peña: Vidal amplía su base de representación territorial con intendentes del PJ. Pero sobre las candidaturas aún no hay nada dicho. Por ahora, la única apuesta de Cambiemos parece ser el neurocientífico Facundo Manes para el Senado.
A la cuestión bonaerense se le suma la interna cordobesa entre Negri y el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, quien no asistirá a la cena en Olivos, al igual que ninguno de los funcionarios de la primera línea del Gobierno que son de extracción radical: los ministros de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y de Defensa, Julio Martínez, y el jefe del Plan Belgrano, José Cano.
Aguad es un protegido del Presidente pero en Córdoba, el distrito electoral más importante del país después de la provincia de Buenos Aires, los apellidos Mestre y Negri tiene peso. El armado de las listas no será sencillo no sólo por esa vieja pelea comarcana, sino porque en el medio aparece el exárbitro de fútbol Héctor Baldassi, de pura estirpe macrista, a quien también se le vence el mandato en diciembre y el Presidente quiere que renueve.
En Chaco también hay una interna sobresaliente: el Pro promueve la candidatura de la exintendenta de Resistencia, Aída Ayala, enfrentada al exgobernador y actual senador Rozas.
Lo único que parece que quedará en limpio de la cena del lunes será que en las tres provincias gobernadas por el radicalismo las listas las armen los gobernadores, Cornejo, Colombi y Morales.
Además, marzo también será clave para las listas de Cambiemos: Peña les anticipó a los radicales que el Gobierno tomará ese mes decisiones sobre las figuras nacionales. Es decir, definirán qué ministros radicales jugarán o no en la elección (Cano, Martínez, Buryaile, Aguad) y también los del Pro.
Villa Giardino
La cena en Olivos se realizará a menos de un mes del encuentro nacional de la UCR en Villa Giardino. Dirigentes radicales anticiparon a este diario que de las dos jornadas, del 24 y 25 de febrero, surgirá un documento en el que se confirmará que el partido integra orgánicamente Cambiemos y que cada distrito tendrá libertad de dirimir candidaturas en las PASO, pero siempre dentro de la coalición de gobierno. Con este punto buscan evitar esos acuerdos distritales con Massa o con sectores del peronismo por fuera de la alianza.
El de Villa Giardino será un encuentro grande del radicalismo: participarán no sólo los bloques de diputados y senadores sino también la mesa federal del Comité Nacional -es decir, los presidentes de los comités provinciales-; los jefes de los bloques de legisladores provinciales; la Mesa de la Convención Nacional; los tres gobernadores; el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Salvador; el foro nacional de intendentes; los funcionarios nacionales radicales; la Franja Morada; los miembros de organismos de control, como la Auditoría General de la Nación (AGN) y la Organización de Trabajadores Radicales.
El martes estarán definidos los paneles y quiénes van a exponer. Pero ya se sabe que fueron invitados al encuentro el exministro de Hacienda Alfonso Prat Gay; el neurocientífico Manes; el presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, y el embajador argentino en Estados Unidos, Martín Lousteau, aunque no se sabe si el diplomático podrá participar, por cuestiones de agenda.