El Gobierno nacional presentó ayer un ambicioso conjunto de objetivos y mecanismos orientados a la construcción de una política de Estado con el propósito de lograr una “Argentina sin narcotráfico”.
Entre las metas propuestas destacan la incautación de bienes “provenientes” del narcotráfico; la “erradicación” del paco, y la “presencia activa y dinámica” en todo el país de las “fuerzas federales y provinciales de seguridad”.
Los objetivos de “Argentina sin narcotráfico”, que elaboró la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fueron presentados por el presidente Mauricio Macri durante un acto en Tecnópolis ante una decena de gobernadores oficialistas y opositores; el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y su principal aliado, el diputado Sergio Massa, del Frente Renovador.
Macri tuvo un reconocimiento a la labor del cura cordobés Mariano Oberlin, “en un barrio (Müller) jaqueado por la droga”, sacerdote que el lunes pasado se reunió con la ministra Bullrich. El Presidente lo hizo al reconocer el trabajo de la Iglesia Católica ante este problema y recordar que hace tres años firmó un compromiso junto a otros dirigentes políticos ante el Episcopado presidido por monseñor Jorge Lozano.
En su discurso, el Presidente dijo que el narcotráfico “corrompe a las personas y a las instituciones”; sostuvo que para “ganar la guerra” contra las adicciones y el narcotráfico hay que “trabajar en la inclusión social y laboral, donde hay mucho que hacer”; convocó a “unirse por el compromiso” de terminar con ese flagelo, y le pasó factura al gobierno anterior: “Lamentablemente (el narcotráfico) ha avanzado mucho frente a la negación del problema por parte del Estado, que no colocó el tema sobre la mesa para entender qué nos estaba pasando y cómo resolverlo”.
La presentación de “Argentina sin narcotráfico”, una de las tres consignas electorales de Cambiemos (las otras son la reconciliación entre los argentinos y “Pobreza cero”), tuvo la presencia políticamente relevante del titular de la Corte Suprema, en su primera aparición pública en un acto gubernamental después del fallo que suspendió en parte el “tarifazo” en el servicio de gas, hace casi dos semanas.
No menos significativa fueron las presencias de una decena de gobernadores, desde los oficialistas de CABA, Buenos Aires y Jujuy, hasta los opositores de Córdoba, Tierra del Fuego, Río Negro, Misiones, Tucumán, Salta y Neuquén. Todos firmaron el compromiso, al igual que Lorenzetti y Massa, sentado en primera fila.
También presente, el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, coincidió en que “será clave la interacción de todos los organismos del Estado” para lograr los objetivos del compromiso y destacó el decomiso de cocaína que “es récord histórico” desde el 10 de diciembre pasado.
"Barrios seguros" y otros proyectos
Entre los objetivos operativos del documento “Argentina sin narcotráfico” está la “erradicación” del paco. Para ello contempla incluso “desplegar de manera federal el modelo Barrios Seguros”, implementado en esta capital, que consiste en el ingreso de fuerzas de seguridad federales y provinciales “a los barrios con mayor índice de violencia del país para impedir el dominio territorial de las bandas de narcotraficantes”.
También prevé los compromisos para: recuperación para el Estado de los bienes provenientes del narcotráfico (la ley está pendiente de aprobación del Senado); identificación y persecución de bandas criminales; desarrollo e integración de “grupos especiales mixtos” integrados por federales y provinciales; integración de un Consejo Federal de Precursores Químicos.
Incluye, por otra parte, objetivos para la prevención y el abordaje integral de las adicciones; estrategias para la reducción de la demanda, así como para la cooperación con los poderes Judicial y Legislativo y participación de la sociedad civil.