El presidente Mauricio Macri encomendó a Francisco Cabrera (en su doble rol, tanto como presidente del BICE como asesor presidencial) la construcción de una agenda de trabajo para reformas y cambios durante el segundo mandato que impulsarían el desarrollo del sistema financiero nacional.
Esto se da en el marco de la Mesa de Desarrollo Financiero, donde se encuentran trabajando en iniciativas de gestión mirando hacia el futuro. Se trata de un ámbito de coordinación general a nivel Presidencia de la Nación, que está compuesta por representantes de los ministerios de Hacienda, Producción y Trabajo, Desarrollo Social, AFIP, Banco Central, Comisión Nacional de Valores, Superintendencia de Seguros de la Nación, UIF y ANSeS. Es presidida por Cabrera y por el secretario de Finanzas, Santiago Bausili, en segunda instancia. El objetivo central es propulsar medidas en conjunto, y coordinar acciones por parte de todos los organismos públicos que interactúan con el sistema financiero.
El foco de trabajo estuvo en una agenda operativa de corto plazo, con resultados como la reglamentación de los artículos 205 y 206 de la Ley de Financiamiento Productivo y la implementación de los plazos fijos para no clientes. El plan de trabajo se organiza en torno de tres ejes. El primero es generar conciencia de la vital importancia que tiene el desarrollo financiero para el desarrollo estructural de Argentina; ya que sin desarrollo financiero, no hay crecimiento económico sostenible en el tiempo.
El segundo eje está asociado al seguimiento y coordinación de la agenda de reformas y mejoras financieras de corto plazo (iniciativas con impacto positivo en el financiamiento a implementarse en un período de seis meses). Entre ellas se destacan el desarrollo de corresponsalías bancarias, la implementación de factura de crédito electrónica y la generación de incentivos para el desarrollo de medios de pago electrónicos, como por ejemplo el desarrollo del código QR.
Por último, el tercer eje gira en torno a la generación de ámbitos de análisis y diseño de los lineamientos que conforman la agenda financiera de mediano y largo plazo. Se incluye temas como la búsqueda de incentivos para la expansión y repatriación del ahorro interno, el rol de la banca pública, la reforma judicial e impositiva asociada a cuestiones financieras, y la reforma y modernización de los reguladores.
Según la última edición de "The Global Competitiveness Report", que publica el World Economic Forum (WEF), Argentina ocupa el puesto 97 (sobre un total de 140 países) en materia de Desarrollo Financiero, siendo uno de los países peor rankeados de la región en esta materia. Algunas de las problemáticas más relevantes a encarar por parte de la mesa son la alta y dispar carga tributaria que todavía tienen algunas operaciones financieras, los bajos incentivos para la generación de ahorro interno, la captación de ahorro interno y el relativamente escaso desarrollo tanto de los medios de pago como del financiamiento por vía electrónica.